Por Daniel Gómez Trejo
*Legisladores y especialistas reconocen que una política migratoria bien implementada puede traer beneficios a los países receptores.
Coneme / La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe, Beatriz Paredes Rangel, aseguró que el fenómeno migratorio será uno de los asuntos que caractericen al tercer milenio, porque ninguna región del mundo escapa a este problema.
Mencionó que la migración es inherente al ser humano, quien a lo largo de su historia y por diversas causas tiende a cambiar de lugar constantemente, por lo que aseguró que es necesaria una nueva conceptualización universal de la migración.
En el foro virtual “¿Cómo va la integración de los migrantes en América Latina y el Caribe?”, Paredes Rangel destacó la importancia de este tipo de encuentros, porque permitirá a los y las legisladoras conocer la voz de los expertos, para diseñar las políticas que permitan aprovechar las ventajas de este fenómeno.
La senadora Nuvia Mayorga Delgado, del PVEM, destacó la importancia de conocer puntos de vista y los conocimientos de los especialistas, sobre todo ahora que México enfrenta un gran reto en esta materia, pues sólo en los meses de enero y febrero de 2023 se registraron 7.4 millones de eventos de entrada a México, de los cuales 6.1 millón de personas son extranjeras.
“El incremento en los flujos migratorios ha sido muy importante en los últimos años, pues hablamos casi del 40 por ciento, por lo que los especialistas proyectan que para el año 2050 va a existir en los países mayor número de migrantes que sus ciudadanos”.
El senador del PRD, Antonio García Conejo, consideró que se debe cambiar la percepción de que la migración es una amenaza o invasión, porque muchos de ellos son personas trabajadoras que buscan construir y poner todo su esfuerzo para vivir mejor.
Jacobo Pastor García Villareal, especialista en Políticas de Integridad y Compras Públicas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, mencionó que una de cada 10 personas en los países que forman parte de la OCDE son extranjeros, lo que representa efectos en la economía, la sociedad y los derechos humanos.
“La migración tiene el potencial de aportar beneficios significativos para los países receptores, pero pueden existir barreras sistemáticas que limitan el potencial, por ejemplo es común que existan brechas en las tasas de desempleo entre la población activa y las comunidades migrantes, siendo que esta es una de las vías más eficaces para la integración y la cohesión social”.
Afirmó que es importante que legisladores y tomadores de decisiones públicas conozcan las experiencias de los países OCDE que facilitan la integración de los migrantes, no sólo en la inclusión económica, sino en su participación en la vida social, cultural y política del país receptor, porque la falla en las políticas puede llevar a un círculo vicioso de exclusión y desempleo en este sector.
Thomas Liebig, administrador principal y especialista en migración de la OCDE, aseguró que la migración, cuando está bien gestionada, puede contribuir al desarrollo del país receptor, pero reconoció que las competencias de los migrantes no están bien utilizadas.
En este sentido, señaló que la inclusión de estas personas en el mercado de trabajo formal es fundamental para lograr que estos se integren a la sociedad, lo que acarrea varios beneficios al país que los recibe como el aumento en la productividad económica, dado que representan una fuente adicional de mano de obra y también pueden ser una manera de impulsar la inversión empresarial.
Mencionó que, en los últimos años, los jóvenes de entre 10 y 30 años son los principales migrantes en la región, mientras que en México las personas de 15 a 24 años son los más propensos a abandonar el país; sin embargo, aceptó que la gran mayoría de ellos carecen de educación superior, por lo que la paga para estas personas siempre es menor.