Por Roxana Hebe Hernández
*Actualmente afecta a 100 millones de seres humanos a nivel global, informó Ismael Everardo Bárcenas Patiño
Coneme / En el Laboratorio de Inteligencia Artificial Microsoft de la Facultad de Ingeniería (FI), de la UNAM, se desarrolla un sistema de clasificación temprana de retinopatía diabética basado en un conjunto de señales eléctricas de la retina.
Ismael Everardo Bárcenas Patiño, profesor del Departamento de Computación de la FI y coordinador del Laboratorio, explicó que la diabetes es una de las enfermedades relevantes en nuestro país, caracterizada por altos niveles de glucosa en la sangre.
En la tipo 1 hay deficiencia absoluta de insulina (sustancia que ayuda a procesar la glucosa), con una incidencia de 5 a 10 por ciento; en la tipo 2 se presenta resistencia a la insulina, es progresiva y afecta de 90 a 95 por ciento de los pacientes; y la gestacional ocurre durante el embarazo.
En la actualidad, se estima que cerca de nueve por ciento de la población mundial padece la enfermedad; para 2035 serán 600 millones de personas, detalló. Una de sus consecuencias es la retinopatía diabética, causa más frecuente de la ceguera que no es congénita; actualmente afecta a 100 millones de seres humanos a nivel global.
Los altos niveles de glucosa en la sangre afectan a la retina, donde se forman microaneurismas o bloqueos en los vasos sanguíneos, y esa deficiencia de irrigación de sangre provoca la formación de más vasos que pueden colapsar; con el tiempo los microaneurismas pueden causar hemorragias. Las consecuencias más severas son el desprendimiento de la retina y la ceguera, añadió.
Aunque el diagnóstico convencional se logra a través de un experto oftalmólogo quien al revisar la retina observa signos clínicos, actualmente, en el área de inteligencia artificial (IA) se conocen sistemas de clasificación para la retinopatía diabética, basados en un conjunto de imágenes del fondo del ojo.
Con base en ellas, los algoritmos aprenden las características asociadas con pacientes sanos y enfermos. Una vez “entrenado”, el sistema clasifica nuevas imágenes y determina si la enfermedad está presente o no, precisó.
En contraste, el sistema propuesto por la FI tiene el objetivo de diagnosticar de forma temprana, con base en un conjunto de señales eléctricas de la retina, distinguiendo sus diferentes etapas, expuso Bárcenas Patiño.
Eso permite que esa tecnología sea capaz de clasificar señales nuevas. Ya se cuenta con una solicitud de patente, así como con el desarrollo de varias tesis y colaboraciones con distintas instancias universitarias y externas, puntualizó.
IA en otras áreas
Al participar en el Seminario de Innovación, Tecnología y Emprendimiento, organizado por la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, Félix Cortés Hernández, fundador y presidente ejecutivo de la plataforma de marketing MKT Total, dijo:
La inteligencia artificial tiene bastantes años en esa industria, pero hace un año y medio se escucha con mayor insistencia sobre el tema a partir del surgimiento de herramientas cercanas a la gente, más allá del nivel industrial, en el día a día.
Esos instrumentos pueden ser aprovechados por las personas emprendedoras. “La IA es una gran ayuda para quienes no tienen experiencia en el marketing y requieren un apoyo para tener una idea más clara y concisa de hacia dónde llevar su negocio. El marketing digital se veía lejano, pero a partir de la crisis sanitaria se convirtió en un básico”.
En la actualidad, consideró, “si no capacitas a tus empleados y como emprendedor no la utilizas, te vas a quedar obsoleto porque ya hay muchas empresas que utilizan la IA de manera regular y cotidiana, y así aprovechan y optimizan el tiempo, incluso a nivel de redes sociales”.
La inteligencia artificial se puede abordar a partir de múltiples perspectivas, como programación, minería de datos, big data, etcétera, y permite tomar mejores decisiones. Por ejemplo, 60 por ciento de las empresas que emplean big data para sus campañas, afirman haber sobrepasado sus objetivos.
En términos prácticos, el big data sirve para identificar tendencias y rastrear comportamientos (cuando buscamos cierta información, donde nos ubicamos, etcétera), y “arrojar” publicidad cercana a lo que el usuario busca, mencionó.
Antes la comunicación de las marcas y los usuarios era unidireccional, mediante anuncios, no había interacción; pero eso cambió hace 10 o 15 años con las redes sociales, cuando tuvimos la posibilidad de comunicarnos con ellas.
Un negocio, aunque sea pequeño, puede hacer uso de herramientas de IA que le ayude a generar sus productos de comunicación como Chat-GPT o Leonardo.Ai, entre otras, acotó.
Claudia Camacho Zúñiga, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, enfatizó que la IA es el uso de computadoras para emular procesos mentales humanos. Está en nuestro entorno, en las recomendaciones de plataformas como Netflix o Amazon; en asistentes como Alexa o Siri; la navegación a través de mapas como Google Maps; diagnósticos médicos o los editores de texto, como Grammarly.
Dicha tecnología tendrá impacto en el mercado laboral y habrá ciertos empleos que se verán más afectados, a tal grado que se esperan crisis de desempleo, aunque también se presume que surgirán nuevos trabajos con esta nueva revolución. Las ocupaciones con mayores problemas podrían ser traductores, encuestadores, los que hacen escritura creativa o relaciones públicas, analistas financieros, diseñadores de interfaces digitales y páginas web, entre otras.
Aproximadamente 19 por ciento de los empleados en Estados Unidos podrían ver impactadas -al menos- 50 por ciento de sus tareas. “Los efectos proyectados abarcan todos los niveles salariales; sin embargo, se espera que los más afectados sean aquellos que tienen ingresos más altos”, concluyó.