Por Daniel Gómez Trejo
*La diputada Vázquez García (PT) promueve una iniciativa de reforma la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista
Coneme / La diputada Dionicia Vázquez García (PT) promueve una iniciativa para que la Secretaría de Salud federa impulse la aplicación de nuevas tecnologías, inteligencia artificial (IA), robótica y realidad virtual para mejorar la calidad de vida de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), promoviendo su inclusión, adaptabilidad y desarrollo en diversos ámbitos de la sociedad.
Lo anterior, con base en una iniciativa que adiciona una fracción V, recorriéndose las subsecuentes, del artículo 16 de la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista.
El documento, turnado a la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados, expone que el objetivo es abordar la integración de las nuevas tecnologías para el desarrollo de las habilidades sociales de las personas con TEA, pues éstas han demostrado ser herramientas poderosas para mejorar la comunicación, aprendizaje y adaptación de quienes lo padecen, facilitando su integración y participación activa en la sociedad.
Subraya que las nuevas tecnologías, la IA, la robótica y la realidad virtual pueden potenciar las capacidades comunicativas de las personas con TEA, reforzar la empatía, impulsar habilidades sociales, facilitar la inserción laboral, abordar desafíos como las fobias, mejorar la interpretación de expresiones faciales, enriquecer la inteligencia emocional y fomentar tanto la participación comunitaria como el trabajo independiente, en suma, mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Señala, en su exposición de motivos, que el TEA representa desafíos ligados al neurodesarrollo que se manifiestan primordialmente en áreas cognitivas y comportamentales, afectando significativamente la independencia personal, de acuerdo con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Estas condiciones se caracterizan por notorias dificultades en la interacción y comunicación social, además de una marcada limitación en la variedad de intereses, expresiones y conductas, aunque su origen es variado y la genética juega un papel preponderante en su aparición, afirma Vázquez García.
La intensidad del TEA, añade, se evalúa en función de las dificultades en la comunicación social y en comportamientos que se manifiestan de forma limitada y recurrente, tales como: movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos. Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutinas o patrones ritualizados de comportamiento verbal o no verbal. Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad o foco de interés.
Con base en ello, precisa que actualmente se puede aprovechar el rápido avance de las nuevas tecnologías a favor de las personas autistas, especialmente al emplear herramientas digitales que sirvan como apoyo para fortalecer habilidades comunicativas, fomentar la empatía, mejorar la interacción social y las competencias emocionales.
De igual forma, asistir en la búsqueda de empleo, abordar conductas como las fobias, y potenciar la capacidad de interpretar expresiones faciales, y estas herramientas también pueden impulsar la participación comunitaria, promover el trabajo independiente y elevar la inclusión, así como la calidad de vida de las personas con TEA.
Por lo antes expuesto, la legisladora petista propone que la Secretaría de Salud coordine a los Institutos Nacionales de Salud y demás organismos y órganos del sector salud, a fin de que impulsen la aplicación de nuevas tecnologías, inteligencia artificial, robótica y realidad virtual para mejorar la calidad de vida de las personas con Trastorno del Espectro Autista, promoviendo su inclusión, adaptabilidad y desarrollo en diversos ámbitos de la sociedad.