Por Fernando Javier Hernández

Coneme / La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro se adhiere al Día Mundial de la Actividad Física, que se conmemora el 6 de abril de cada año, con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de tener actividad física de manera regular para adquirir buenos hábitos de vida y mejorar la salud.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía.

Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos; todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.

Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar.

De acuerdo con los resultados de la encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020 sobre COVID-19, se observó disminución de actividad física durante el confinamiento, por lo que es importante recordar las recomendaciones mínimas de actividad física: para niñas, niños y población adolescente realizar mínimo 60 minutos diarios de actividad física de moderada a intensa, los cuales pueden incluir actividades recreativas como el juego o bien la práctica de algún deporte. Para el caso de los adultos las recomendaciones incluyen contemplar un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física moderada como paseos a pie o en bicicleta, tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados.

Uno de cada cuatro adultos en el mundo no realiza los 150 minutos de actividad física de moderada intensidad recomendados por la OMS. Se podrían evitar hasta cinco millones de muertes al año si la población fuera más activa.

La actividad física regular puede: mejorar el estado muscular y cardiorrespiratorio, la salud ósea y funcional; reducir el riesgo de hipertensión, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer (entre ellos el cáncer de mama y el de colon) y depresión; disminuir el riesgo de caídas, así como de fracturas de cadera o vertebrales y ayudar a mantener un peso corporal saludable.