Por Luz García
Coneme / Para convencer, generar un cambio social, impulsar un proyecto de nación y una alternativa de gobierno diferente, se requieren de liderazgos natos que se involucren y que su única ambición sea el servir al prójimo, aseveró Ricardo Monreal.
En México existen muchos liderazgos con esas aptitudes. “Nuestro mosaico es muy amplio para poder convencer y para poder generar un movimiento social como el que ya se generó por el presidente López Obrador, que son irrepetibles; pero que siempre transforman a la sociedad”, afirmó el senador en un video-mensaje de twitter.
El coordinador de la mayoría senatorial, aseguró que los liderazgos se forman, se van construyendo, no nacen ni se forman en la Universidad o en la Escuela. Hay liderazgos natos, un líder campesino, un líder de una colonia, una líder de una sección electoral que, sin haber estudiado o sin tener una preparación suficientemente reconocida, son verdaderos dirigentes sociales en su comunidad. Se encargan de llevar servicios, de gestionar las demandas de la población o de la región, o del ejido o de la comunidad.
“Conducir un proyecto y el ser jefe o el ser director o líder de un proyecto político, tiene que tener con varias características, una de ellas es cuidar su equipo. No maltratarlo y además darles tareas específicas y concretas en las que no se dupliquen las funciones”, continuó.
Subrayó que en un equipo de trascendencia nacional se requiere no sólo la convicción, sino prepararse y también la disciplina dentro del equipo y la división de trabajo; haciendo cada uno lo que nos corresponde, siempre fructifica y siempre salen adelante los proyectos en los que creemos.
Monreal Ávila dijo que mucha gente quiere participar, pero no la atienden y no son corteses con ellos. Lo primero que hay que construir en un proyecto, explicó, es tener gente de confianza y tener gente de convicción; ellos nunca van a traicionar ni nunca van a abandonar.
Consideró que un proyecto de nación necesita de ellos. Son los que siempre están ahí, tocando puertas, convenciendo, generando reacciones positivas, corrientes de opinión.
“En nuestro país hay miles de líderes naturales en los jóvenes, en las mujeres, en los adultos, en los líderes campesinos, en los líderes obreros; en los maestros. Incluso en asociaciones religiosas y ministros de culto religioso, que la ley les permite simplemente opinar sin meterse e involucrarse, yendo a actividades políticas, finalizó.