Por Carlos Mauricio Hernández
Coneme / JLCM.- Muy distinguidas y respetables familias, familiares de las víctimas que hoy nos acompañan, de Daniela, de Diana, de Julia, de Nadia, Alejandra, he escuchado con gran autoridad, con gran cuidado las expresiones que ustedes han manifestado.
Primeramente, lamento en suma en el marco de este evento en la organización que no estuvo en nuestras manos que fue una propuesta de otra entidad, por supuesto que a pesar de esa no inclusión que insisto no fue por parte de nosotros yo le extiendo a usted la disculpa por no haberla considerado oportunamente y por supuesto sin tener el nombre de sus hijos por supuesto incluyo en el marco y el espíritu de una disculpa.
Escuché con atención también a la distinguida representante de Amnistía Internacional, Edith Olivares, quien hizo muy puntual estudio de las carencias, limitaciones, vicios, daños estructurales nuevos y sobre todo que dibuja con toda puntualidad la apatía, el desdén e incluso la falta de recurso que no pasa necesariamente por esta Fiscalía, como la señora diputada aquí presente la diputada presente lo saben de sobra pero ojalá fuera nada más una carencia de recursos financieros, una carencia de recursos materiales donde esta Fiscalía a pesar de los millones de habitantes que tenemos hoy en día prácticamente tiene el mismo número de servidores públicos que tenía hace 10, 15 años, donde sus niveles salariales son verdaderamente, pues si bien son decorosos, no han permitido un crecimiento.
Pero sobre todo donde no se ha invertido, no ha tenido la oportunidad de invertir o no se ha querido invertir, en la capacitación, en un aspecto tan fundamental, tan sensible, tan delicado como lo puede ser por supuesto todo lo que rodea a la violencia de género, la violencia feminicida, la violencia sistemática en contra de las mujeres de este estado.
Es una disculpa porque la carencia de recursos humanos y materiales no vienen de la mano con la apatía, con el desdén y desinterés y con nuestra documentada por demás falta de solidaridad, no somos solidarios, no somos empáticos y no nos ponemos en los zapatos de los demás.
El día que entendamos este dolor y este drama como uno propio, ese día estaremos en capacidad de que, a pesar de nuestras limitaciones, de que a pesar de nuestros vicios, de que a pesar de nuestra historia, podemos dar un pequeño paso adelante, en ganarnos la confianza a quien nos debemos, que son todos ustedes.
Nuestra condición de seres humanos por supuesto nos conmina a lamentar profundamente cada uno de los hechos que hicieron de ustedes tanto víctimas como ofendidos. Nos obliga también a reflexionar en nuestras fallas, nuestras omisiones en la gestión pública ya sea por nuestra apatía y negligencia, limitación, carencia o simplemente porque no están a la altura de lo que ustedes esperan en la atención y el acceso a la justicia,
Por supuesto que para el Estado de México, para la Fiscalía de la cual soy portavoz castigar un feminicidio o encontrar a cualquier persona desaparecida es una demanda impostergable, es una deuda permanente.
Entiendo su dilema, entiendo su dolor, trato de asumir el drama personal en el que se encuentran, también yo quisiera transmitir con esa fortaleza que ustedes lo hacen es esta tribuna, nuestras razones, mis razones para ofrecer esta disculpa, mis razones más no nuestra gestión en la atención a sus asuntos a sus pérdidas nuestras razones para ofrecerlas, y las ofrecemos de manera genuina, son también razones válidas para ofrecerla, por supuesto que aceptar las disculpas es su muy respetable decisión, pero ofrecerlas es nuestra impostergable obligación.
Soy un convencido de que se debe procurar justicia, sin atender a intereses particulares, sin entender a intereses de grupo, debemos construir y siento que es la única forma una relación interinstitucional respetuosa y cordial, nosotros sin duda hemos fallado en ese camino.
Hoy con gran respeto y con gran empatía personal y en mi carácter de Fiscal General de Justicia del Estado de México subrayo que hacemos propio su dolor en esta tribuna y por esa razón reitero y dejo sobre la mesa para la reflexión de hoy y de mañana esta sentida disculpa.
Muchas gracias.