Por Luz García
*Necesario transformar a México en un país con rumbo y certidumbre para que ser mujer no implique oportunidades desiguales: dip. María Rosete *Representantes populares tenemos una deuda histórica con este sector de la población; fundamental sumar voluntades y dar voz a quienes han sido silenciadas, aseveró
Coneme / La diputada federal, María Rosete sostuvo que nuestra nación vive momentos decisivos, por lo que consideró impostergable trabajar de manera cohesionada, desde los diferentes poderes y órdenes de gobierno, junto a la ciudadanía, para que el centro de todas las políticas públicas sean las mujeres y, con ello, se pueda construir una mejor sociedad para heredarle a las próximas generaciones.
Para ello, la legisladora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo (GPPT), aseguró que es necesario transformar a México en un país con rumbo y certidumbre para que ser mujer no implique desigualdad en oportunidades, y erradicar una cultura marcada por el machismo y las consecuencias que trae consigo, como la discriminación, que sigue siendo una constante en diversas regiones de nuestra república.
Sostuvo que los y las representantes populares tienen una deuda histórica con esta parte de la población y ante eso, es fundamental sumar voluntades y dar voz a quienes, en su lucha, han sido violentadas y silenciadas y brindar los instrumentos que se requieran para desafiar y enfrentar los estereotipos políticos y sociales, que cuestionan su participación y de quienes han sido víctimas durante años por el simple hecho de ser mujeres.
Detalló los grandes rezagos que se viven hoy en día, por ejemplo, ser el país con mayor número de casos de menores de edad embarazadas o que, al día de hoy, los procesos judiciales, todavía en su mayoría, adolecen de perspectiva de género, toda vez que en las investigaciones e impartición de justicia existe discriminación hacia las mujeres.
Enfatizó en que no hay espacios seguros para este sector porque la violencia se replica a diario en sus diferentes formas, desde los espacios laborales, la calle y también la casa. Indicó que cada día diez mujeres salen de casa y no vuelven más, lo anterior refleja nuestra poca capacidad como sociedad para transformarnos en un país de iguales, en un país en el que nacer mujer no signifique vivir con miedo.
“Construyamos una nación que valore a la madre que busca justicia por su hija desaparecida, la maestra que exige condiciones laborales dignas, a las trabajadoras que demandan mejor salario; a la líder indígena o campesina que defiende sus raíces y protege el medio ambiente; a la periodista que decide no callarse y defender su derecho a la libre expresión y a muchas otras más que trabajan día a día por un presente justo, equitativo e incluyente”, finalizó.