Por Mar Buendía
*Inaugura foro “Hacia una política pública para la prevención secundaria de la ERC y ECV en el paciente de alto riesgo”
Coneme / Ante la alta prevalencia de diabetes, hipertensión arterial, obesidad y sobrepeso, el sistema de salud en México tiene el reto de crear estrategias de prevención para frenar la progresión de esos procesos crónicos y sus enfermedades asociadas, subrayó el senador Rafael Espino de la Peña.
El legislador de Morena dijo que es necesario mantener comunicación con todos los niveles de gobierno, a fin asegurar el tratamiento para estos padecimientos que deterioran significativamente la calidad de vida de las y los ciudadanos.
Agregó que la enfermedad renal crónica y enfermedad cardiovascular son prevenibles, pero en el caso de la primera se puede ralentizar de manera que se frene su derivación a complejas y onerosas terapias o en eventos mortales o incapacitantes.
“Todos estamos en riesgo de vernos afectados por estas enfermedades que, sin monitoreo ni control, pueden provocar muertes abruptas y dolorosas”, subrayó el senador al inaugurar el foro “Hacia una política pública para la prevención secundaria de la ERC y ECV en el paciente de alto riesgo”.
En ese contexto, afirmó que el compromiso del Senado de la República es darle voz a todos los especialistas que pueden coadyuvar a combatir de manera eficiente y directa tales padecimientos, los cuales, es importante observar, analizar y accionar para disminuir su presencia en la sociedad y proteger la salud pública.
Rafael Espino dijo que la preocupación por atender a la población con dichas enfermedades no sólo es de México, ya que actualmente existen buenas prácticas a nivel internacional, que tienen que ser ejemplos de éxito para la implementación a nivel nacional y para replantear la organización de políticas públicas, pero con justicia social.
La población socialmente desfavorecida, agregó, experimenta una carga desmedida de los procesos crónicos y enfermedades Renal Cardiovasculares.
La meta es mantener una comunicación con todos los niveles de gobierno, para poder crear estrategias tanto de prevención como de ataques a estas enfermedades que deterioran enormemente la calidad de vida de nuestros ciudadanos, y todos caemos en el riesgo de vernos afectados por estas enfermedades que sin monitoreo ni control pueden provocar muertes abruptas y dolorosas.