Por Mar Buendía
Coneme / El ambiente navideño y finales del año siempre te generan momentos de reflexión, de detener el camino para un análisis general, objetivo, serio; y recuerdo que hace 25 años tenía yo la posibilidad de ser gobernador por el PRI. El PRI no me permitió participar, me excluyó. Renuncié al PRI y me encontré en el camino, por vez primera, al licenciado López Obrador, era presidente del PRD. Y logramos mediante encuestas y plebiscitos, convertirme en el candidato de la izquierda, con apenas el 5 por ciento de la intención del voto; contra el 70 por ciento de la intención del voto a favor del PRI.
Gracias al pueblo de Zacatecas, gracias a la gente gobernamos nuestra tierra.
Desde esa época he estado sumado y participando en el movimiento que él creó: en el PRD, en el PT y en Movimiento Ciudadano, que en ese momento formaban la coalición. En los tres partidos participé, porque así le interesaba al movimiento que él encabezaba.
Estos 25 años han sido de reflexión, de lucha, y creo que ha llegado el momento también de revisar si cuando fundamos Morena, en aquel 2011, en el Auditorio Nacional, se han cumplido los propósitos que nos planteamos; encabezar la lucha social, a los grupos y a las personas vulnerables y desprotegidas, profundizar la vida democrática y crear un Estado alejado del privilegio y la corrupción.
Eso fue lo que nos propusimos: separar el poder económico del político, austeridad en el Gobierno y en el Estado, como una política de Estado; y generar equilibrios entre los sectores para gobernar con justicia, con igualdad y con equidad. Proteger siempre a los más vulnerables.
Se desató y se compaginó un movimiento que no tiene precedente en la historia moderna de México, que vino a formar parte de un partido político que más que un partido, Morena se convirtió en un movimiento social.
Ahora, es el momento de revisar si los fundadores de Morena, si los militantes de Morena han logrado incrustarse en las esferas de las decisiones políticas. Cuando ganamos gobiernos estatales, municipales, cuando ganamos el Gobierno Federal, debemos de revisar si dentro de estas estructuras públicas han sido llamados los fundadores y militantes de Morena.
Creo que han sido pocos los seleccionados y por eso, debemos plantear un pacto con los futuros gobernantes, para que se tome en cuenta aquellos militantes de carne y hueso que caminan por las calles en las colonias, buscando el voto, convenciendo a la gente, respetando a todos y soportando incluso insultos y descalificaciones de los adversarios.
Lamentablemente, en algunas ocasiones, cuando ganamos un gobierno estatal o municipal, los únicos que no son llamados a colaborar en el gobierno, son los fundadores y los militantes de Morena. Ese es el tema de fondo y es el momento de revisar toda nuestra estrategia.
Luchar dentro de Morena, luchar porque no se pierda la esencia de Morena, luchar porque continúe la política social que el Presidente ha implementado y luchar por lo bueno que se ha llevado a cabo, es nuestra obligación. Corregir lo que no está bien o mejorar lo que no está funcionando, es también nuestra obligación.
Es una reflexión como fundador y como un modesto militante de este movimiento.
¡Feliz año!