*El diputado migrante
*La importancia de la apostilla no cobrarla
*El PRI se queda sin diputados en BC
Por Omar Zúñiga
Coneme / Mario Torres diputado federal oriundo de Coatzacoalcos, emigró a temprana edad de su ciudad natal, en primera instancia para buscar mejores opciones de instrucción universitaria, que vio en Monterrey el mejor nicho para ello, para posteriormente emigrar a Los Angeles, California, ciudad que congrega al mayor número de mexicanos fuera de México, donde se dedicó a trabajar y fundar su propia empresa.
Se vinculó con Morena a temprana edad y en Los Angeles lo buscaron para dar cumplimiento a la nueva normatividad de darle a los grupos “vulnerables” la representatividad que requieren; y así llegó a San Lázaro, como representante del grupo migrante, plurinominal por la Tercera Circunscripción.
Este contexto, platicado por él mismo, le da la razón a lo que sostenía el gobernador Miguel Alemán Velasco, cuando le cuestionaban sobre quién sería su sucesor en el año 2004: “la política –decía-, es la ciencia de las ‘3C’: Conciencia, constancia y circunstancia; y ésta última pesa más que las otras dos…”, y así es, las circunstancias pesan de manera determinante.
El tema es que a pesar de que la diputación federal le llegó al coatzacoalqueño Mario Torres sin pedirla, hoy día se ha puesto a chingarle fuerte por el grupo por el que fue electo y al que representa en el Congreso federal.
Una de las iniciativas que impulsa en la actualidad se refiere al apostillado de documentos para que los mexicanos nacidos en el extranjero puedan acceder a la doble nacionalidad sin tanta bronca burocrática.
El trámite del apostillado por parte de mexicanos residentes en el exterior, resulta en su mayoría solicitado en Estados Unidos al concentrar el vecino del norte nacimiento de casi 800 mil niños, según el censo realizado en 2020, de una población total de un millón 212 mil 252 niños nacidos en el exterior, por lo que es el país donde más se solicita el apostillado de los documentos a fin de hacer extensiva la nacionalidad mexicana.
Aunque es factible solicitar la doble nacionalización para hijos de connacionales en el exterior según los requerimientos consulares, existen problemáticas con la solicitud de los documentos certificados necesarios que se exigen por sus condiciones de expedición particulares. Tal es el caso de la apostilla, precisada en el acta de nacimiento de menores cuyos padres mexicanos desean ejercer su derecho extensible de otorgarle nacionalidad mexicana.
La apostilla es la certificación de la autenticidad de la firma de funcionarios públicos o agentes diplomáticos en ejercicio de sus funciones y la calidad en que hayan actuado, la cual deberá estar registrada en la base de datos del Ministerio de Relaciones Exteriores, para que el documento sea válido y surta efectos legales, y validar y legitimar el origen nacional de trámites, para los efectos jurídicos que tengan lugar según las necesidades del interesado.
Dicha apostilla ha permitido un sistema de cooperación internacional tanto en materia administrativa como en judicial para salvaguardar los derechos de los niños con circunstancias transfronterizas, de tal manera que a partir de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño de 1989, se ha garantizado la protección de los derechos de los infantes sin que resulten un impedimento las fronteras.
A partir del principio que rige la Convención, está necesidad de anteponer los derechos de los niños y las niñas para garantizar un desarrollo pleno, asegurando la identidad de los infantes otorgada en nuestra Carta Magna.
Estos factores permiten visualizar un problema común en los connacionales: en ocasiones, si se desea regresar a México (sea de forma permanente o temporal) y no se cuenta con la debida documentación, se acarrearán problemas futuros para los hijos de mexicanos que nacieran en extranjia y no tenga, consecuentemente, la nacionalidad mexicana.
En resumidas cuentas, la iniciativa que propone Mario Alberto Torres Escudero, el diputado migrante, es que a un menor nacido en el extranjero que busca tener la nacionalidad mexicana, por ser hijo de padres mexicanos, no les cobren el trámite de apostillado, porque mínimo piden cuatro tantos para iniciar el trámite de nacionalización, que resultan en una erogación muy importante para un núcleo familiar.
Asimismo, contempla que no se requerirá el pago de la apostilla para trámites educativos y de salud de hijos menores de edad de padres mexicanos nacidos en el exterior, estas son las modificaciones propuestas al artículo 19-G de la Ley de Derechos.
Esperemos que no le pongan trabas y que por supuesto no duerma el sueño de los justos, pues ya se encuentra en comisiones ara ser dictaminada y poder ser votada.
Suficiente tienen los paisanos que vuelven a la patria siendo extorsionados y asaltados, para encima ponerles este tipo de trabas.
Para documentar el optimismo, en Baja California existen 17 distritos electorales locales, es decir, hay 17 diputados de elección directa más 8 de representación proporcional o plurinominales, es decir un total de 25, Congreso dominado ampliamente por Morena, en el que destacaba el solitario Ramón Cota Muñoz, diputado plurinominal del PRI por Tecate; decimos destacaba por que apenas este jueves renunció a su militancia en carta dirigida a su dirigente nacional Alejandro Alito Moreno, en la que refiere que “en la adversidad es necesario caminar con paso firme, por ese motivo habré de seguir una ruta de trabajo de la mano de la comunidad, sumando esfuerzos para entregar resultados, devolverle la esperanza a nuestro pueblo y lograr la transformación de México”. Cota tenía una relación complicada con Guadalupe Gutiérrez Fregoso, lideresa del tricolor bajacaliforniano.
Hoy, el PRI se quedó sin diputado local en Baja California y sigue perdiendo posiciones. Uuuuuuuff