Por Mar Buendía
Coneme / La integración y la competitividad de la región es el distintivo real de la X edición de la Cumbre de Líderes de América del Norte entre México, Estados Unidos y Canadá, consideró Ricardo Monreal.
El coordinador de la mayoría en el Senado de la República dijo que lo anterior, sin demeritar los temas de la agenda como el cambio climático, migración, seguridad, inclusión y equidad.
A través de un texto difundido en redes sociales, el senador manifestó que con esta Unión Económica de las Américas, los grandes problemas del continente, como desigualdad, inseguridad, injusticia en todas sus expresiones, migración, pobreza, degradación ambiental y cambio climático, entre otros, tendrían una nueva plataforma de solución, con base en la unión y el esfuerzo comunes.
Resaltó que lo soñaron los padres fundadores de la América protestante y lo diseñaron los padres promotores de la unión latinoamericana, con Simón Bolívar al frente. Desde entonces, la felicidad, la libertad, la justicia, la democracia y el bienestar son los ideales de este continente, expresó.
“No solo hablamos del futuro de la economía y la sociedad de México, Estados Unidos y Canadá, sino del conjunto del continente americano para lo que resta del presente siglo”, indicó.
Monreal Ávila manifestó que el mundo está transitando de una economía unipolar, con Estados Unidos al frente (después de la Segunda Guerra Mundial), a un orden económico multipolar, con nuevas potencias regionales emergentes.
Preciso que una distribución del valor de la producción económica mundial en 2022 (estimada en 101.6 trillones de dólares [TD], de acuerdo con visualcapitalist.com), nos revela que el 51 por ciento se generó en cinco naciones: EUA (25 TD), China (18.3 TD), Japón (4.3 TD), Alemania (4 TD) e India (3.5 TD).
El legislador dijo que las siguientes cinco grandes economías fueron el Reino Unido (3.2 TD), Francia (2.8 TD), Canadá (2.2 TD), Rusia (2.1 TD) e Italia (2 TD). México aparece en el siguiente grupo de economías importantes, en el lugar 15, con un valor de producción de 1.4 TD, empatado con España, debajo de Brasil, Corea del Sur, Irán y Australia.
De ahí la importancia de la integración y competitividad de la región de América del Norte, para sostener el liderazgo económico actual y ampliar los beneficios sociales, al igual que los frutos de la prosperidad, a nuestros connacionales, agregó.
Esto se puede lograr en dos etapas: primero, la consolidación de América del Norte como el mayor polo mundial de crecimiento y desarrollo (proceso que se inició con el TLC y ahora se continúa con el T-MEC); segundo, con una integración a nivel continental, impulsando la Unión Económica de las Américas, que vaya desde Alaska hasta la Patagonia, puntualizó Ricardo Monreal.