Por René Valadez
Coneme / Con el fin de que en 2022 se mantuviera el acceso al agua potable para la población, se redujeran los riesgos de inundaciones y se colaborara en la atención interinstitucional de las situaciones de emergencia en las que se vieron afectados los servicios de agua, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) implementó un total de 220 operativos, de los cuales 117 correspondieron a situaciones de emergencia y 103 fueron de respaldo a los servicios estatales y municipales.
En los 117 operativos de atención de emergencias —realizados en coordinación con autoridades de los tres órdenes de gobierno y consistentes en la distribución de agua potable, el desazolve de drenajes y el bombeo de agua, principalmente—, participaron 242 elementos de las Brigadas de Protección a la Infraestructura y Atención de Emergencias (PIAE), quienes utilizaron 165 equipos especializados, en beneficio de casi 706 mil personas de Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz.
Los eventos emergentes más relevantes ocurrieron debido a la escasez de agua en la Zona Metropolitana de Monterrey y durante la Temporada de Lluvias y Ciclones Tropicales 2022, al paso de los huracanes Agatha, Kay y Roslyn, por el lado del Pacífico, y la tormenta tropical Karl y los huracanes Orlene y Lisa, por el Atlántico.
En dichos operativos, se bombeó un total aproximado de casi 2 millones 720 mil metros cúbicos (m3) de agua, es decir el equivalente llenar 1.3 veces el estadio Azteca de la Ciudad de México.
En cuanto a agua potable, se distribuyeron más de 72 millones 488 mil litros, lo que sería suficiente para llenar 7 mil 248 cisternas de 10 mil litros.
En tanto, el desazolve de drenajes se realizó en 41 mil 275 metros lineales de tuberías, lo que representa una distancia similar a 1.4 veces la avenida de los Insurgentes ubicada en la Ciudad de México.
A partir del 4 de agosto de 2022, de manera excepcional, brigadistas PIAE participaron en el operativo interinstitucional implementado por el Gobierno de México para coadyuvar en el rescate de personas atrapadas en la mina conocida como Las Conchitas, en el municipio de Sabinas, en Coahuila.
Bajo la coordinación de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Coordinación Nacional de Protección Civil, en colaboración con dependencias de los tres órdenes de Gobierno, empresas mineras y voluntarios, se implementaron diversas acciones, como el desalojo de agua en los cuatro pozos de explotación, con el fin de disminuir los volúmenes de los referidos pozos y facilitar el acceso a grupos de rescate.
En cuanto a los operativos de apoyo, también llevado a cabo en coordinación con los gobiernos de los tres órdenes, 236 elementos de las Brigadas PIAE desplegaron 103 operativos, con 224 equipos especializados, en 22 entidades federativas, para el beneficio de más de 2 millones 960 mil personas.
Las entidades donde se llevaron a cabo estas acciones fueron Baja California Sur, Chiapas, Ciudad de México, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz.
En materia de agua potable, se distribuyeron más de 158 millones 377 mil litros y se bombearon más de 11 millones 329 mil m3 para reforzar el abasto a la población.
En cuestión de drenaje, se desazolvaron casi un millón 89 mil metros lineales de tuberías, se desalojaron más de 3 millones 464 mil m3 de zonas inundadas y se limpiaron 8 mil 60 metros lineales de canales y cauces, con el fin de mejorar su funcionamiento y reducir riesgos de inundaciones.
Asimismo, se bombearon más de 47 millones 231 mil m3 de agua para auxilio al riego agrícola, lo que favoreció el cultivo de productos.
Conagua reitera que mantendrá la coordinación y la suma de esfuerzos con instancias de los tres órdenes de gobierno, con el fin de establecer una sinergia que contribuya a brindar el apoyo que la sociedad requiere ante situaciones de emergencia hídrica, principalmente la más vulnerable, como lo establecen los principios de la Cuarta Transformación.