Por Jaime Arizmendi

Coneme / Han pasado mil noches, con sus días.

Hace tres años que te fuiste.

El cielo te dio nuevo aposento.

El Creador se apropió de mis sentidos,

Y premió con tu ausencia mis recuerdos.

Los mares cautivaron mis nostalgias.

Y regresé a mis tiempos de aquel niño,

Que miraba, absorto entre los charcos.

La riqueza de haber nacido abierto.

Abriendo entre las nubes Su futuro.

Haciendo entre las calles mi refrendo.

Un amor que hablaba bien callado.

Un corazón silente, apasionado.

Hay quienes piensan que siempre estuve loco.

Y los hay, que se burlan de lo incierto.

Pero nadie puede hablar más del pasado,

Cuando su vida, no estuvo en un desierto.

Estoy a tres años de tu ausencia.

O desde antes no estabas ya en mí lado.

Más quiero pensar que hoy aquí sigues.

Buscando cobijarme, adormilado.

No te has ido, lo sé, nunca partiste.

Tú hermoso estar, y tu voz, no me han dejado.

Porque a diario percibo tu fragancia.

Cuando tú eres mi sombra en mi verano…