Por Elizabeth Vaca

*Indispensable establecer candados a sus atribuciones y garantizar la imparcialidad de quien ocupe ese cargo, sin importar partido, salvaguardando la institucionalidad debida, aseveró *La única manera en que podrá hacerlo será bajo el procedimiento que contempla la discusión y aprobación por parte del Pleno, el máximo órgano decisorio, señaló

Coneme / La diputada federal del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo (GPPT), Margarita García García, presentó iniciativa que reforma el artículo 23 de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y 233 del Reglamento de la Cámara de Diputados, con la finalidad de que la o el Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Baja no pueda interponer, por sí mismo, demandas de controversia constitucional.

En ese sentido, la legisladora por el estado de Oaxaca, indicó que el objetivo de dicha reforma no es la de analizar la legitimidad o no de las posturas de quienes ocupen la presidencia de este órgano, sino establecer un candado a sus atribuciones y, con ello, impedir un uso faccioso y ajeno de dicha representación, provenga del partido que provenga, y salvaguardar de esta manera la institucionalidad debida.

La congresista de la bancada petista destacó que la única manera en que se podrá presentar una controversia, será bajo el procedimiento que contempla la discusión y aprobación por parte del Pleno de la Cámara de Diputados, el máximo órgano decisorio y así se garantizará que sea resultado de una decisión mayoritaria, democráticamente adoptada y, por lo tanto, legítima.

“El ejercicio de esta representación no siempre ha sido imparcial; en años recientes ha habido casos en los que la o el diputado que ocupa la Presidencia de la Mesa Directiva ejerce sus atribuciones –específicamente la de interponer controversias constitucionales– con un claro sesgo partidista y esto no sólo ha sido motivo de conflicto, sino que ha mermado la confiabilidad de ese alto cargo”, lamentó la parlamentaria.

Finalmente, reiteró la importancia de la pluralidad, misma que implica disenso y diversidad de opiniones, lo cual es positivo dentro de una democracia; no obstante, el sobrepasar las atribuciones en un puesto tan importante, ha fracturado la unidad de la Cámara, por lo que es crucial establecer límites que abonen a esta causa.