De la redacción
*Empleados acusan impunidad por la muerte de compañeros obligados a trabajar en pandemia sin medidas sanitarias adecuadas *Responsables tienen denuncias penales, sin embargo, dirección protege a funcionarios y los asciende de puestos
Coneme / México, octubre 2022. Con la llegada de la nueva administración al Instituto Mexicano de la Radio (IMER), encabezada por Aleida Calleja, se han elevado el número de violaciones a los derechos de los trabajadores, quienes están sufriendo acoso continuo y en casos más lamentables hasta la muerte de varios compañeros sin que se pague por ello.
Tal fue el caso del jefe del Departamento de Mantenimiento a Transmisores, quien falleció en enero de 2021 y que no pudo resguardarse en casa debido a la pandemia de Covid-19 que se vivió a nivel mundial, dado que por órdenes de Francisco Domínguez Ávila, debió asistir de manera presencial a su trabajo, y como resultado se contagió del coronavirus provocándole la muerte.
El jefe de departamento era una persona de 69 años de edad, y considerada dentro de la población de riesgo, dado que era una persona vulnerable que tenía que usar oxigeno para dormir.
Además de que un compañero de intendencia, subcontratado por IMER, también murió a causa del Covid, pues por órdenes de Óscar Martínez Silva, debía permanecer en las instalaciones de IMER, ubicadas en la alcaldía Iztapalpa de la Ciudad de México. El personal era hipertenso y también tenía 69 años de edad.
Ambos casos han quedado en la impunidad debido a que, pese a tener denuncias penales presentadas ante la Fiscalía General de la República (FGR), las autoridades desestimaron los casos dejando a las familias sin justicia.
De los responsables de las muertes destaca el caso de Domínguez Ávila, quien para subir de puesto necesitaba una licenciatura así que acudió a un seminario del IPN, donde presentó una tesis conjunta con Kevin Albert Lara Moya, realizando este último la investigación y redacción.
Con la licenciatura Domínguez ascendió de jefe de mantenimiento de audio a subdirector de transmisiones, lugar desde el cual obligo a trabajar al jefe del Departamento de Mantenimiento. Por otro lado Lara Moya meses después fue ascendido a jefe de mantenimiento de audio, en un claro acto de nepotismo y pago de favores.
Pero no son los únicos casos de nepotismo y usurpación de funciones que se viven en la actual administración del IMER, solapada por Aleida Calleja Gutiérrez. Dejando en evidencia que la lucha contra corrupción que tanto pregona el Morena continúa en el IMER.
Las anomalías y violaciones a los derechos humanos y laborales de los trabajadores son solapadas por los comités sindicales del SNTIMER y STIRTT, la Unidad Jurídica del IMER, la Secretaría de la Función Pública, los tribunales, la Secretaría del Trabajo y Previsión Socialy la FGR.