Por Dany García
*Se anunciaron los proyectos elegidos para trabajar en la realización de una pieza escénica en conjunto, en el marco del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura *La selección se realizó mediante una convocatoria en la que se inscribieron 54 agrupaciones de 16 entidades del país
Coneme / Una veintena de colectivos maromeros tradicionales y compañías circenses comunitarias del país han sido seleccionados para participar en el próximo “Encuentro de Maroma y Circo, Binomios Creativos”, como resultado de la convocatoria homónima que lanzó la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU), en coordinación con el Centro Nacional de las Artes (Cenart) y la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Esta convocatoria, inscrita dentro de las acciones del proyecto prioritario Chapultepec, Naturaleza y Cultura, recibió propuestas de 54 agrupaciones comunitarias –entre compañías circenses y colectivos de maromeros– de todo el país; ambas disciplinas se reunirán en el encuentro para crear un montaje escénico a partir de su creatividad, habilidades y conocimientos circenses; se establecerá un diálogo artístico entre las dos ramas que han crecido separadas, pero que les vincula una larga historia en México.
Las agrupaciones seleccionadas de ambas disciplinas artísticas intercambiarán ideas sobre su trabajo mediante talleres, diálogos y ejercicios escénicos que los guiarán para la realización de propuestas colaborativas, a fin de presentarlas como parte de los resultados del “Encuentro de Maroma y Circo, Binomios Creativos”.
Las sedes serán el Bosque de Chapultepec, el Centro Nacional de las Artes, el Museo Nacional de Culturas Populares y otros espacios de la Secretaría de Cultura federal.
Además, las agrupaciones elegidas recibirán un estímulo económico que va desde los 50 mil hasta los 150 mil pesos, destinados a cubrir el diseño y producción de sus propios montajes artísticos, con la finalidad de que puedan continuar presentando sus espectáculos en sus comunidades y ciudades.
Los grupos de maroma convocados son, de Guerrero: Maroma Atliaca, Maromas de Acatlán, Circo Indígena “Los Diamantes de Chilacachapa”, de Cuetzala del Progreso. Por parte de Oaxaca, los Comuneros del Viento, de Santa María Tlahuitoltepec Mixe, la Compañía de Maroma de San Miguel Amatitlán, Compañía de Maroma de San Martín Zacatepec, de Huajuapan de León y Los Maromeros de San Juan Colorado / Yaa Nu Yo’o /, de Jamiltepec.
Además del Colectivo Plural e Independiente de Maromeros en México Correspondencias Maromeras, A.C, de Nezahualcóyotl, Estado de México; los Maromeros Zapotecos de Santa Teresa Sochiapan, de Veracruz; La Maroma de Cuautinchán, de Puebla, y Transatlancirque, de Ciudad de México.
En el caso de las compañías de circo, las elegidas fueron: Cruces Intervención de las Artes, A.C, La Torpe Trouppe y Circo Brotante, oriundas de la Ciudad de México. Así como la Compañía Madrugada, de Bahía de Banderas, Nayarit; Jacksajandy Chilpan / Circo, de Ciudad Bravo, Guerrero; la Compañía Rodará Artes del Espectáculo, de Puebla; Teotihuacán Circus, del Estado de México; la Compañía Aziz Gual y La Casa del Tonto, de Cuernavaca, Morelos, y el Circo Emergente, de Oaxaca.
Los resultados también pueden consultarse en la página culturaspopulareseindigenas.gob.mx y contigoenladistancia.cultura.gob.mx/
Maroma y circo en México
La maroma o circo campesino es un arte escénico que tuvo su auge el siglo XIX en la región mixteca, en los estados de Puebla, Guerrero y Oaxaca, con habitantes originarios de los pueblos tlapaneco, nahua y zapoteco, principalmente. Actualmente, las y los portadores de estos grupos artísticos han realizado esfuerzos por conservar este patrimonio cultural inmaterial que ha estado en riesgo de desaparecer y con ello, la continuidad de esta práctica a las nuevas generaciones.
En el marco de las fiestas tradicionales y patronales, los grupos maromeros conformados por ocho y hasta 10 elementos presentan distintos números como caminar en alambres sostenidos por postes de madera al igual que diferentes acrobacias en trapecios a gran altura, entre otras cabriolas. Un elemento esencial es el payaso que, acompañado de una banda musical, entona versos que hacen reír al público. Las temáticas son diversas, pero en sus orígenes hacían referencia al campo, la siembra, el pastoreo y la minería.
En el caso del nacimiento del circo en México, desde antes de la época novohispana y durante este periodo se apreció a equilibristas, maromeros y chistosos que luego se fusionaron con artistas europeos avecindados en el país. Esta disciplina artística adquirió una nueva identidad multicultural, con compañías que actuaban al aire libre, en carpas o teatrillos de madera.
El primer circo del que se tiene registro es uno de caballitos enanos, en 1790. Al paso del tiempo se fue transformando y poco a poco dejó de ser solo un espectáculo hípico-mímico-acrobático para convertirse en una variedad de números con artistas de diferentes habilidades. Entre los primeros circos famosos que se conocieron están el Chiarini, el Nacional, el Orrin y el Bell.