Por Roxana Hebe Hernández
*Los albergues no son la solución al abandono y maltrato, sino la sensibilización sobre la importancia del cuidado de los animales de compañía: Ilane Hernández Morales
Coneme / La Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad León, de la UNAM, implementa la iniciativa “Huellas de Bienestar Animal”, cuyo objetivo es la educación en el rubro para la tenencia responsable, en la cual participa la comunidad de la entidad universitaria para llevar a cabo campañas de vacunación y esterilización de perros y gatos.
Cabe señalar que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 57 de cada 100 hogares en México tiene animales de compañía, en 89 por ciento de estos se trata de perros. Nuestro país ocupa el tercer lugar a nivel internacional, y el primero en América Latina, en maltrato animal.
Ilane Hernández Morales, profesora e investigadora de la ENES León, dirige el proyecto universitario. En entrevista explicó que la iniciativa surgió en 2017 y se enfoca a mejorar el lugar y sus alrededores, al ayudar a perros y gatos que provienen de las comunidades aledañas y deambulan en el campus.
En 2021 este plan se agregó al Laboratorio Interdisciplinario de Sostenibilidad (LAISOS) de esa institución universitaria, el cual promueve acciones para un futuro sostenible, a través de la colaboración interdisciplinaria.
“No tenemos un albergue, ni es nuestra finalidad ser rescatistas, porque creemos firmemente que la solución al abandono y maltrato animal no es esa. Nosotros le apostamos a la educación y a la sensibilización de las personas hacia la importancia de los animales de compañía y su bienestar”, aclaró.
El grupo rescata a perros y gatos en situación de riesgo y vulnerabilidad: atropellados; hembras en celo, gestantes, o con alguna condición médica grave; lo común son problemas de sarna, además de fomentar su adopción una vez rehabilitados o de aquellos que no se encuentran en riesgo, pero que han sido abandonados, expuso Hernández Morales.
También se impulsan campañas de esterilización y jornadas de bienestar animal, mediante las cuales se fomenta la enseñanza para la tenencia responsable; es decir, el conjunto de obligaciones que contrae una persona cuando decide aceptar y satisfacer las necesidades básicas de alimentación, salud y atención médica, además del espacio adecuado para correr y que realice sus necesidades biológicas, y que no permanezca enjaulado, atado o en azotea.
Ilane Hernández resaltó que es necesario sensibilizar a la comunidad estudiantil y a la sociedad en general, sobre la importancia de esterilizar a perros y gatos para disminuir el número de animales callejeros que existen en nuestro entorno y en el país, lo que representa un problema grave de salud pública. Si se reduce el número de ejemplares callejeros y se aplica la inmunización antirrábica y desparasitación, disminuye la probabilidad de transmisión de enfermedades; sin embargo, es difícil lograrlo con animales en abandono.
La especialista de la ENES León consideró que adoptar resuelve un problema, pero la esterilización previene más, porque evita la existencia de futuras crías y que su destino sea el abandono, además de evitar que se formen jaurías urbanas de perros ferales que podrían representar algún riesgo para la población.
Cuando por medio de la Escuela se ofrecen campañas de esterilización, incluidos aquellos sin dueño o en zonas donde hay alta densidad de perros callejeros, hemos encontrado a integrantes de alguna comunidad que rechazan castrarlos por diversas razones: que las hembras tengan al menos una camada, evitar que engorden, o “normalmente las amas de casa nos dicen que su esposo no quiere”.
Es ahí donde hemos encontrado un buen laboratorio social de México que explica por qué no hemos avanzado hacia la disminución de la densidad de las poblaciones caninas; es decir, esa falta de educación en bienestar animal, pero también la resistencia a no querer cambiar las falsas creencias que permean en algunas poblaciones desde hace tiempo, dijo la experta.
Estamos iniciando con la investigación y se han integrado alumnos de la carrera de Desarrollo y Gestión Interculturales para que nos ayuden a romper esa brecha, y transmitirles los principios del bienestar animal.
Incluso, comentó, en la escuela primaria de San Antonio de los Tepetates, comunidad aledaña a la ENES, se ha impartido entre los niños charlas de bienestar animal y, por medio de un cuestionario, han señalado los cuidados que debe tener un perro en casa: alimento y agua; atención médica; espacio para correr y jugar; “esos son temas de los que hablamos con ellos”.
Quizá Huellas de Bienestar Animal sea el único programa en su tipo en la UNAM, podría haber algún otro que ofrezca esterilización a bajo costo, por ejemplo, pero no uno que se enfoque a la educación en bienestar animal para la tenencia responsable y formar a nuestros estudiantes para que sean ciudadanos activos, conscientes en el tema y que sepan que son parte de la solución.
En casi cinco años de operación se han realizado al menos dos campañas anuales de bienestar animal, debido a la pandemia; en este tiempo se han rescatado 53 perros y dos gatos; entre campañas de esterilización, rescates y adopciones se han atendido en total 130 animales (123 perros y siete gatos), y se dieron en adopción 75 animales de compañía. El grupo se conforma por siete profesoras, cinco trabajadores de base y el apoyo voluntario de una veintena de estudiantes.