Por Carlos Mauricio Hernández
*Así lo afirmó el presidente del PJCDMX en la sede del Instituto de Estudios Judiciales, durante la conmemoración del Día del Maestro*A los docentes del instituto, les reconoció dedicar su legado personal a proteger el imperio de la justicia
Coneme/ Educar es una tradición que fortalece el tejido social y promueve el triunfo de la nación entera, afirmó el presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), magistrado Rafael Guerra Álvarez, quien reconoció a los docentes del órgano judicial capitalino en la conmemoración del Día del Maestro.
Al reunirse con los maestros del Instituto de Estudios Judiciales, les reconoció dedicar su legado personal a proteger el imperio de la justicia, y destacó que son los mentores quienes se entregan a la carrera más noble y trascendente de todas.
“Nuestro Instituto de Estudios Judiciales participa activamente, desde distintos frentes, para consolidar una nueva tradición jurídica que llevará a México por los senderos de la justicia del Siglo XXI”, comentó.
Con la presencia de la consejera de la Judicatura de la Ciudad de México, Susana Bátiz Zavala; del oficial mayor, Sergio Fontes Granados, y de la directora general del IEJ, María Elena Ramírez Sánchez, el magistrado evocó la sinergia de generaciones unidas por la misión de educar, que une a maestros y a alumnos en una misión por el destino de “nuestro pueblo”.
“Nadia ha llegado hasta aquí solo. Ninguna, ninguno de nosotros. Somos el legado de juristas que vislumbraron el año 2022 como un futuro posible y perfectible, y sabían que poner su parte sería una obra cuyo final tal vez nunca verían”, comentó.
Esas mentes, abundó, “nos permitieron escalar, despertar y elevarnos en nuestra vocación en el mundo; y, como sembrar un árbol en cuya sombra jamás descansarían, nos dejaron la semilla del conocimiento para germinar en lo que hoy somos”.
Agradeció a maestros, profesores, educadores, mentores, especialistas, consultores, docentes y formadores, a quienes dijo: “ustedes nos unen con el conocimiento y con nuestra misión en el mundo; hemos sido unidos por un poder y para un propósito superiores; los valoramos con cariño y gratitud”
En la conmemoración se guardó un minuto de silencio en memoria del magistrado Antonio Muñozcano Eternod, y de los jueces María Elena Galguera González, Marco Antonio Crespo dorado y Sergio Sibaja Escobar, a quienes Guerra Álvarez recordó como “grandes maestros y líderes que nos dieron el ejemplo para seguir renovando el pulso de la justicia”.