Por Elizabeth Vaca
*El director general del Seguro Social, Zoé Robledo, fue invitado a la sesión del Consejo Nacional del Consejo Coordinador Empresarial.
*Comentó que la pandemia de COVID-19 “fue una maestra dura” que dejó lecciones sobre qué debe cambiarse en la Nueva Normalidad.
Coneme/ Ciudad de México, viernes 8 de abril de 2022.- El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Maestro Zoé Robledo, señaló ante el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) que uno de los elementos de la Nueva Normalidad del México pos-pandemia es cambiar de manera radical el enfoque curativo por uno preventivo; en esta labor el papel de las empresas es importante para fomentar entre los trabajadores hábitos saludables que eviten hospitalizaciones a causa de enfermedades prevenibles.
Durante la sesión del Consejo Nacional del CCE, encabezada por el presidente Francisco Cervantes Díaz, Zoé Robledo indicó que a nivel nacional debe fortalecerse el Primer Nivel de atención, “una suerte de filtro, de amortiguador” para que la gente no presente complicaciones en su salud a causa de enfermedades crónico-degenerativas.
Comentó que la pandemia de COVID-19 “fue una maestra dura, indeseable” que dejó lecciones sobre qué debe cambiarse. En ese sentido, propuso trabajar en coordinación con los empleadores en el proyecto de Entornos Laborales Seguros y Saludables (ELSSA) para integrar esfuerzos a través de una verdadera promoción de la salud, a fin de prevenir lesiones, enfermedades e incorporar a los trabajadores como agentes de cambio.
Refirió que se deben identificarse cuáles son las barreras que tiene un trabajador para llevar a cabo conductas o hábitos saludables, y cuáles son los obstáculos que impiden que se adopten dichas medidas.
Subrayó que es momento de invertir en los centros de trabajo y generar un motor de cambio desde la cultura que adquieran los niños en las escuelas y en las familias.
El director general del Seguro Social explicó que existen estimaciones sobre el costo que el ausentismo no programado, producto de enfermedades, genera en las empresas, lo cual puede impactar en un 15 por ciento en la nómina, o presentarse pérdidas de 3.7 puntos del PIB.
Expuso que datos de 2019, el año previo a la pandemia, indican que de mil 300 casos de enfermedades laborales se generaron 50 mil días de trabajo no laborado; y de más de 165 mil casos por accidente hubo cerca de 4 millones de días de trabajo que no se realizaron.
Recordó que cuando empezó el COVID-19 se hizo un convenio con el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) para determinar qué trabajadores no debían estar en sus puestos de trabajo, porque podrían correr riesgo, ya sea por edad y por comorbilidades.
Zoé Robledo agregó que si se utilizara ese criterio, la mitad de la plantilla laboral del país hubiera entrado en alguna de esas categorías, es decir, cerca de 10 millones de trabajadores de México están en condiciones de riesgo y vulnerabilidad por algún padecimiento.
Agregó que en el país hay 8.6 millones de personas con diabetes, 15.2 millones con hipertensión y el 75.2 por ciento de la población tiene obesidad y sobrepeso. “Esa plantilla laboral está impactando a la productividad y competitividad del país”.
Durante la reunión, se abordaron los principales temas del sector salud, la necesidad de generar empleos formales, fortalecer al Instituto, outsourcing, los retos del sistema de ahorro para el retiro, así como los desafíos del sector patronal y obrero durante la pandemia.
En otro tema, el director general del IMSS comentó que durante la pandemia se trabajó en equipo con las instituciones de salud pública y con el sector privado se diseñó un modelo específico de crecimiento hospitalario para atender a personas con esta enfermedad, fueran derechohabientes o no. Añadió que esta suma de esfuerzos permitió reconvertir 20 mil camas sólo para atención a COVID-19.
Sobre la reforma de subcontratación, indicó que hay casi tres millones de trabajadores que han cambiado de la empresa prestadora de servicios al registro patronal real, lo cual impactó favorablemente en el salario base de cotización al subir de 468 a 573 pesos.
En materia de empleo, Zoé Robledo refirió que se tiene un registro de 21 millones de trabajadores, y tan solo en el primer trimestre de 2022 se generaron 386 mil fuentes de empleo.
Por su parte, los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial refrendaron su disposición de trabajar con el sector público en favor de las y los derechohabientes, y generar acciones para favorecer Entornos Laborales Seguros y Saludables.
También, los miembros del CCE resaltaron la labor del IMSS frente a la pandemia y expresaron su reconocimiento por atender, cuidar la calidad de salud de los trabajadores.
Asistieron de manera presencial, José Abugaber Andoine, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN); David Razú Aznar, director general de Afore XXI Banorte; presidentes integradores del CCE. Además, de manera virtual, consejeros e integrantes del Consejo Nacional de la CCE.