Por Emilio Durán
-A través del Colegio de Postgraduados (Colpos) y en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, se transfiere tecnología orientada a mejorar los sistemas de producción agrícola de tierras ejidales.
Coneme/ La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del Colegio de Postgraduados (Colpos) y en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, trabaja con productores del municipio de Atenco para reactivar la actividad agrícola en tierras ejidales, a través de la producción de granos básicos.
En el marco de las actividades de la Microrregión de Atención Prioritaria (MAP) Región Oriente del Estado de México, personal académico intercambia información y conocimientos científicos para transferir tecnologías desarrolladas por el Colpos, orientadas a mejorar sus sistemas de producción agrícola.
En su primera etapa, el proyecto de reactivación productiva dará prioridad al impulso del cultivo de maíz en los ejidos de Atenco, Acuexcomac, Francisco I. Madero, Ixtapan y Nexquipayac, detalló Agricultura.
Resaltó que la región de los Valles Altos del centro de México ha jugado un papel fundamental en la evolución y domesticación del maíz. En esta región se originaron dos de las cuatro razas indígenas antiguas: el Palomero Toluqueño y el Arrocillo Amarillo, las cuales persisten hoy en día.
A partir de estas razas se originaron las demás que tienen presencia en el centro de México, como el chalqueño, el cónico, los elotes cónicos y el cacahuacintle, muy apreciadas en la actualidad como maíces de especialidad y fuente de genes de alto rendimiento para mejoramiento genético.
La dependencia federal indicó que el acelerado proceso de urbanización en el Valle de México ha traído como consecuencia una disminución de la diversidad genética de este cultivo y, con ello, la disminución de los rendimientos por unidad de superficie.
No obstante, refirió, en la región prevalece la riqueza genética de maíces criollos que deben ser clasificados y mejorados con la participación de los productores en un mediano y largo plazos.
En tanto esto sucede, dijo, para reactivar la actividad agrícola y aprovechar que en la región prevalece un clima propicio para la agricultura, los productores de Atenco solicitaron a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural semilla de maíz, de los que el Colpos ofreció dos híbridos disponibles: el HS-2 y el Promesa.
En virtud de que los productores prefirieron Promesa, se hizo entrega de 59 bolsas de semilla para siembra en el ciclo Primavera-Verano 2021.
Durante el ciclo, los productores recibieron del personal académico del Colegio cursos sobre características de los suelos del municipio de Atenco, características de los híbridos Promesa y HS-2, estimación de rendimientos en parcela y prácticas agroecológicas de producción.
También, se realizaron recorridos de campo para verificar el desarrollo del cultivo y el control de plagas, con participación del personal técnico del Comité Estatal de Sanidad Vegetal.
Se visitaron lotes demostrativos experimentales con variedades de frijol del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), y se participó en eventos de entregas de fertilizantes por personal del Distrito de Desarrollo Rural Texcoco y de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex).
Al Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se le proporcionaron 20 bolsas del insecticida ecológico Granim, desarrollado por el Colpos para el control de plagas en granos almacenados.
Este producto se usó para el establecimiento de módulos demostrativos en los municipios de Teotihuacán, Apaxco, Jilotepec, San Jerónimo Amanalco, Acolman, Atenco y Lerma, del Estado de México.
Con las actividades desarrolladas se espera en primera instancia la reactivación de la actividad agrícola en la región de Atenco y, gradualmente, el incremento del rendimiento de maíz, mismos que se encuentran estancados desde hace tiempo (4.3 toneladas por hectárea en riego y 2.4 en temporal).
Estas cifras se ubican por debajo del promedio estatal (5.3 toneladas por hectárea en riego y 3.8 en temporal), de acuerdo con datos publicados por el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).