Por María Elena Maldonado
Coneme / Ya muy cerca de la Navidad quisiéramos que todo fuera amor y paz, desafortunadamente con tan sólo voltear, nos damos cuenta que no es así, hay demasiado sufrimiento, vemos a los migrantes arrastrando hijos, hambre, harapos, algunos de ellos ya no llegarán, han muerto en el camino.
En 2021, se registraron al menos 1,100 migrantes fallecidos en su intento por entrar a Estados Unidos, de acuerdo con datos publicados por la Organización Internacional para las Migraciones.
Según la entidad, desde 2014, se han reportado 6.255 fallecimientos de personas que intentaron ingresar al país, no sé si se contabilicen los fallecidos desde nuestra frontera al sur.
Ahí no aparecen los 72 muertos de la masacre de San Fernando, Tamaulipas, ya que sucedió en agosto de 2010 un horror incomprensible. Tampoco aparecen los 55 muertos en la volcadura de un tráiler en Chiapas que también dejo 72 heridos.
Las cifras que el gobierno declara nunca son confiables, las maquillan para evitar la aún más terrible realidad, sumemos los desaparecidos en un país en donde las fosas clandestinas son hallazgos cotidianos.
En donde hay seres que matan por matar: inmigrantes, ciudadanos comunes, entre delincuentes a los que las “autoridades” ni buscan, ni investigan, declara López que hay que darles abrazos, no balazos o en su defecto acusarlos con su mamá. Ridícula premisa que arroja que México ha tenido los tres años más violentos en la historia reciente.
Los datos oficiales evidencian que la militarización no ha dado resultados.
¿Qué hace que alguien deje su casa, su vecindario, a veces a su familia -otras la expone al viaje- su país y emprender un camino para alcanzar un sueño o quizá solamente la posibilidad de vivir en paz, fuera del peligro, amenazas, violencia, extorsión… esos horrores que empujan a alguien a brincar al abismo de un camino peligroso, solitario, sin la seguridad de alcanzar su meta, de alcanzar el “sueño americano”.
Wikipedia dice: El sueño norteamericano o sueño americano (en inglés: American Dream) es una de las ideas que guían la cultura y sociedad de los Estados Unidos a nivel nacional. Más concretamente, el sueño americano suele referirse a los ideales que garantizan la oportunidad de prosperar y tener éxito para lograr una movilidad social hacia arriba.
Estos ideales suelen ser la democracia, los derechos civiles, la libertad, la igualdad y la oportunidad.
El historiador James Truslow Adams definió el sueño americano en 1931 de esta manera:La vida debería ser mejor y más rica y llena para todas las personas, con una oportunidad para todo el mundo según su habilidad o su trabajo, independientemente de su clase social o las circunstancias de las que proviene.
Sí, así debería ser para todos, estadísticas internacionales dicen que el 85% de la población mundial vive con menos de 30 dólares al día – esos hoy en México serían un poco más de $600, ya quisiéramos, nuestro sueldo mínimo es de 141.7, a partir de enero del 2022, será de 172.87 pesos diarios.
Una de cada 10 personas del mundo vive en extrema pobreza. Según el baremo de Naciones Unidas, un individuo está sumido en esta situación cuando subsiste con menos de 1,90 dólares diarios. … La pobreza no depende de la persona individual, de quién es, sino de dónde ha nacido.
Esa cifra -1,90 dólares- también es inalcanzable para millones, hay quien tiene mucho menos, y hay quien sólo tiene las manos vacías y la violencia en su derredor.
Alex Prats del País: La brecha actual entre los más ricos y el resto es escandalosa. Vivimos en un círculo vicioso cuya dinámica se fundamenta en el control que los ricos ejercen sobre el poder político que los favorece y dejan a millones en una pobreza permanente. Estas son, a su modo de ver, las diez principales causas de la desigualdad global.
1.-Sistemas fiscales injustos. La desigualdad aumentará si los que menos ingresos tienen siguen pagando más impuestos que los ricos.
2- Corrupción y flujos ilícitos de capitales. Poner fin a la hemorragia financiera y robo que provocan la corrupción, la deuda pública y la evasión fiscal. Poner especial énfasis contra los paraísos fiscales
3.- Distribución injusta de la inversión y el gasto público. En muchas ocasiones las decisiones políticas sobre inversiones y gasto público no se rigen por criterios de justicia social, sino de conveniencia y connivencia.
4- Distribución injusta de la tierra. La concentración de la tierra en manos de los más poderosos. Del acceso a ella depende el nivel de beneficios de unos cuantos miles de individuos, y también la seguridad alimentaria de millones de personas.
5- Acceso desigual al capital, conocimiento y tecnología. Nuestra posibilidad de progresar como individuos depende de la oportunidad que tenemos para acceder a conocimientos, tecnología y capital. Siempre la educación es la creadora de oportunidades.
6- Privatización. En algunos casos, la privatización de servicios públicos como el agua, energía, salud o educación ha excluido a los más pobres para acceder a ellos
7- Acceso injusto a la información y exclusión de los espacios de toma de decisiones sobre políticas que influyen en nuestras vidas. Donde hay un déficit democrático, falta de transparencia, escasez de mecanismos de participación ciudadana y debilidad de sistemas de rendición de cuentas por parte del gobierno a la ciudadanía, las élites capturan el sistema político en beneficio propio.
8- Desigualdad de género. Necesitamos políticas que promuevan la justicia de género. No sólo para el beneficio de las mujeres, sino de toda la sociedad.
9- Impunidad y control del sistema judicial. La ley se debe aplicar a todos por igual. Hay países donde la impunidad de los poderosos es evidente.
10- Conflicto. La violencia y el conflicto no sólo producen pobreza, sino que son un mecanismo para reforzar y perpetuar el poder de determinados grupos de población sobre otros.
El poder económico, el político y el militar se pasean muchas veces cogidos de la mano.
Es urgente avanzar en la lucha contra estas diez causas de la desigualdad para que podamos reducir la tendencia actual, tan peligrosa, injusta e inaceptable.
Claro que es urgente, nunca debería haber sucedido y lo que yo veo es un incremento de todos los males, de ello deviene estas caravanas de migrantes en todo el mundo, buscando como todos una vida digna, que los dejen trabajar, vivir en paz. Alejarse del flagelo de la ignorancia, la injusticia, la violencia… si está en tus manos hacer algo y lo haces, por pequeño que sea, este podría ser un mundo mejor, más personas, más familias podrían tener una Feliz Navidad.
Voto porque así sea. ¡Felicidades!