Por Orlando Orta
Coneme / Hoy más que nunca es necesario alzar la voz y visibilizar la grave situación de violencia que vivimos las mujeres, apuntó la senadora Kenia López Rabadán en el marco del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra las Mujeres.
La legisladora señaló que la lucha contra la violencia hacia este género no es de solo un día, es una lucha constante y de todas y todos, pues en nuestro país se asesinan a más de 11 mujeres diariamente y todos los días se presentan más de 600 denuncias por violencia doméstica.
En conferencia de prensa acompañada por la saxofonista mixteca María Elena Ríos Ortiz, quien en septiembre de 2019 fue víctima de una tentativa de feminicidio a través de un ataque con ácido, la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos refirió que “desde aquí, desde este Senado de la República hacemos un llamado para que sea dictaminada lo antes posible la iniciativa que presenté a inicios de julio del año pasado, la cual busca adicionar un artículo 297 bis al Código Penal Federal para que se condenen con hasta 26 años de prisión a quienes ataquen a mujeres con ácido y sustancias químicas”.
“¡Ni una víctima más! Maria Elena, cuenta conmigo, cuenta con este Senado. Exigimos justicia”, puntualizó López Rabadán.
Por su parte, María Elena dijo que no es un día para celebrar, ya que es doloroso rememorar el motivo, sin embargo, “cada día en cada rincón de nuestros territorios, somos las mujeres quienes luchamos para librar batallas de toda una guerra en contra de nosotras”.
También apuntó: “No soy la saxofonista agredida con ácido, mi nombre es María Elena Ríos Ortiz, de profesión comunicóloga y saxofonista, me intentaron matar con ácido, pero yo no soy ese hecho para quedar bautizada de esta manera, mucho me ha costado que el día de hoy me honren con su presencia, prestándome sus oídos y regalándome su escucha”
Y agregó: “Me hubiese gustado ocupar este espacio para festejar algún proyecto que consolide la hermandad comunitaria de nuestro querido México, pero desafortunadamente será para expresar y hacer eco a las violencias que matan a cientos de hermanas, caídas bajo las balas, el ácido, los golpes y torturas de un hombre”.
Para concluir, María Elena destacó que la violencia no es normal y dijo que tenemos que estar unidas para erradicarla y así “no volver a repetir las historias de nuestros nombres, al contrario, contar historias nuevas, historias de vida sin violencia”.