Por Orlando Orta
-Los especialistas e investigadores plantean que el gasto se oriente de forma eficiente y con transparencia
Coneme / La Comisión de Salud, que preside el diputado Emmanuel Reyes Carmona (Morena), llevó a cabo el foro “Rumbo al Presupuesto Federal 2022, en Materia de Salud”, con el propósito de contar con elementos, datos y propuestas de expertos para la creación de un presupuesto responsable que atienda las necesidades de este rubro estratégico para el país.
Durante este encuentro, los especialistas solicitaron a las y los diputados que el presupuesto esté enfocado en la reconstrucción del sistema nacional de salud, fortalecer al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y al Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), a garantizar el derecho universal a la salud, y atender las enfermedades raras, renales, hemofílicas, oncológicas y de diabetes.
La diputada Claudia Selene Ávila Flores (Morena), secretaria de la Comisión, explicó que se está consciente de que es una situación compleja, pues “tenemos una sabanita de presupuesto”, pero con ello se hará lo mejor, buscando que el sector de salud sea robustecido. “Tendremos una gran relatoría que esperamos poder incluir en la propuesta. La salud no debe tener colores de partido”.
También de Morena, el diputado Willbert Alberto Batun Chulim dijo que la Comisión es abierta y escucharán todas las voces para construir un presupuesto responsable que atienda las necesidades, pero enfocándose en lo más urgente, debido a que el tema de Covid-19 incrementó los gastos en salud. “Debemos ser una herramienta que mejore la calidad de vida de los mexicanos”.
El diputado Javier Huerta Jurado (Morena) explicó que el presupuesto en materia de Salud estará enfocado en tres ejes: impulso a la infraestructura, contratación de personal médico y prevención de enfermedades, con el propósito de reconstruir al sistema nacional de la atención médica.
El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN) agradeció a todos aquellos que otorgaron su tiempo para dar un panorama completo del sector salud, pues ello permitirá que revisen las limitantes del ejercicio presupuestal 2022, ante las necesidades que tiene el país no sólo en salud, sino también en el ámbito económico e incluso de valores; sin embargo, sostuvo que este es el primer acercamiento, ya que aún le quedan dos ejercicios presupuestales más a esta Legislatura.
La diputada Mariana Mancillas Cabrera (PAN) destacó la relevancia de las asociaciones civiles, ya que llegan a donde el gobierno no puede. Puntualizó que el presupuesto debe ser utilizado en lo prioritario como lo es la salud.
Participación de los especialistas e investigadores
Abelardo Mariña Flores, coordinador de Enlaces Estratégicos en la UAM, Unidad Azcapotzalco, consideró que el proyecto de presupuesto es una buena propuesta en el plano macroeconómico porque es expansivo, fortalecerá la reactivación económica, permitirá la consolidación de esta reactivación en el 2022, y tiene una estructura adecuada para la reconstrucción del sistema nacional de salud tan golpeado, por lo que “creo que el presupuesto debe ser aprobado tal como se está”.
El director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, Héctor Juan Villareal Pérez, indicó que no se ve la sostenibilidad del presupuesto, por lo que sugirió atender la transición demográfica, pues ello modificará al sistema de salud en el tercer nivel, sin desatender a la niñez y adolescencia, así como en el diseño de las bases para la universalización del derecho constitucional en la materia.
Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, recomendó que el Anexo vaya con presupuesto por usuario por cada subsistema de salud. En la parte del Insabi se incluya qué instituciones y programas lo integran y gastan los recursos por Covid-19, así como desagregar el programa de vacunación por tipo de inoculación y población.
Andrés Castañeda Prado, coordinador de las Causas de Salud y Bienestar en Nosotros, exhortó a las y los diputados a garantizar en todos los niveles del sistema de salud, el acceso universal en equidad a través del financiamiento para la prevención, diagnóstico, atención integral de enfermedades crónica e incorporación de programas de educación continua para todo el personal médico. Además, vigilar que el gasto no tenga subejercicios y el per cápita por paciente se mantenga o incremente y no sufra una disminución real.
Janet Oropeza Eng, investigadora del programa de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción del Centro de Análisis e Investigación, Fundar, propuso fortalecer al Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) para que éste amplié su cobertura de padecimientos, eliminar las barreras de edad en las que se financia y que sea una herramienta para garantizar el derecho a la salud. Asimismo, demandó que los recursos de este rubro no se destinen para otras acciones.
Marisol Robles, presidenta de la Fundación Mario Robles Ossio, indicó que la enfermedad renal crónica es uno de los grandes pendientes, por ello propuso un registro de pacientes, ya que sólo en Jalisco y Aguascalientes existen. Resaltó que es una enfermedad silenciosa que se ha mantenido así durante muchos años. “Seguimos muriendo y no alcanzamos siquiera a ser un número, por lo cual serviría tener estrategias específicas”.
Paulina Jiménez Medina, Oficial de Incidencia Política para temas de Salud Pública de Save the Children, recomendó establecer un plan emergente para atender y revertir los rezagos de vacunas, reforzar la cadena de frío para garantizar su seguridad y eficacia, incluir a niñas y niños desde los cinco años a los esquemas de vacunación contra COVID-19, y garantizar que el incremento del presupuesto se destine a fondos para cubrir las necesidades de todo el programa y no solo a un componente. Pidió revisar y aprobar las minutas y proposiciones a favor de la inoculación.
La coordinadora de Incidencia Política Federal del Pacto por la Primera Infancia, Dámaris Sosa de Antuñano, planteó la necesidad de que los programas de atención a la salud, medicamentos gratuitos para la población sin seguridad laboral y al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) se les destinen mayores recursos, pues a pesar del incremento en el presupuesto, estos rubros representan una disminución.
Lourdes Sánchez, presidenta de Craniosinostosis México, A.C., pidió que haya una evaluación y asignación presupuestal para el diagnóstico; tratamiento oportuno y multidisciplinario de las enfermedades raras y que se aumente el registro, pues actualmente solo se toman en cuenta 20. Asimismo, solicitó que se fiscalice al Insabi, toda vez que desde el 2020 se ha dejado fuera a personas con padecimiento raros. “Todos tenemos derecho a una vida digna”.
Víctor Gómez, presidente de la Asociación Mexicana de Cistinosis A.C. dijo que esta enfermedad es de baja prevalencia y quienes la sufren son niños adolescentes y adultos. Expresó que no hay presupuesto para estos tratamientos, por lo que consideró que el Consejo General de Salud debe acelerar su registro para asegurar la cobertura, creación e instalación de guías clínicas que permitan su diagnóstico y tratamiento adecuado de dichos padecimientos.
La presidenta de la Federación de Hemofilia de la República Mexicana, Minerva Cruz, apuntó que es fundamental que el presupuesto garantice la cobertura de este padecimiento a quienes no cuentan con seguridad social, a fin de que accedan a tratamientos de calidad y medicamentos suficientes; además, impulsar la capacitación médica en el área de hemofilia y otras coagulopatías.
María del Socorro Negrete Paz, presidenta de la Asociación Mexicana de Atención de las Enfermedades Raras, pidió una erogación específica para realizar el Censo Nacional de Pacientes con Enfermedades Raras, y llevar a cabo pruebas de tamizaje neonatal ampliado para detectar este tipo de males, blindar y fortalecer los recursos del Fondo de Salud del Bienestar e incrementar la subcuenta para la atención de enfermedades de gasto catastrófico.
María Elena Sáinz de la Maza Viadero, educadora en diabetes de la Federación de Educadores en Diabetes de México, A.C., planteó que del presupuesto asignado al Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades del programa “U008 Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes” se etiqueten recursos diferenciados; asimismo, se consideren recursos para el diagnóstico y tratamientos para menores de cero a cinco años con diabetes.
El presidente de la Fundación Cáncer Warriors de México, Kenji López Cuevas, mencionó que en el proyecto de presupuesto deben destinarse mayores recursos al diagnóstico temprano, tratamiento y atención a pacientes oncológicos, toda vez que al año se registran 200 mil nuevos casos.
Óscar Arrieta Rodríguez, del Programa de Cáncer de Pulmón en el Instituto Nacional de Cancerología, precisó que actualmente están solicitando 53 millones de pesos para incrementar el número de pacientes con resultados óptimos, hacer análisis genómicos, adquirir equipo de laboratorio, telemedicina, impulsar la elaboración de publicaciones e impulsar la Clínica de Tabaquismo.
La representante del Programa de Cáncer Hereditario del Instituto Nacional de Cancerología, Rosa María Álvarez, dijo que la oportunidad de dar una atención multidisciplinaria implica hacer una detección a través de un diagnóstico molecular, lo que permite establecer tratamientos personalizados, brindar seguimientos únicos en cáncer y por tanto hacer acciones de prevención. Señaló que el presupuesto que se les asignaba era constante, sin embargo, desde hace dos años se ha visto disminuido.
Leonor Baez Revueltas, representante de programas Especiales (Cáncer de Pulmón, Clínica de cáncer hereditario y Sarcoma de Kaposi), comentó que se requieren recursos para apoyar a los grupos vulnerables que son afectados por padecimientos oncológicos.
Jesús Alejandro Ramírez Funes, representante de las “Medicinas tradicionales y complementarias”, sostuvo que los tratamientos naturales pueden complementarse con la medicina alópata, a fin garantizar una atención integral a los pacientes; por ello planteó que este sector esté contemplado en la distribución del presupuesto.
Hazzel Tatiana Zárate Salazar, de “Partería Ancestral. Preservación de la existencia ante el etnocidio hegemónico”, propuso que desde las distintas medicinas se cuiden y respeten los procesos con los que cada sector profesional, independiente o tradicional, puedan convivir en los espacios de ciudad o comunidad para mejorar la calidad de vida, así como acceso a los derechos de salud sexual o reproductiva bajo una perspectiva humana.
María Elena Ortega, coordinadora general de Prevención y Atención a la Violencia de Género en la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México, dijo que es fundamental cumplir con los programas dirigidos a la salud sexual y reproductiva, por lo que solicitó dar mayor peso a estos temas al momento de asignar recursos. “Además de recursos suficientes, se requiere establecer políticas interinstitucionales y programas de transversalidad. Es indispensable no perder de vista que la salud es un derecho universal”.
La representante de la Asociación de Parteras Profesionales A.C., Ariana Domínguez Pérez, destacó que la participación de las parteras en los servicios de salud pública disminuiría los costos en la atención materna, daría mayor cobertura a lugares donde no hay atención, y generaría una rentabilidad de tamaño 16 veces mayor a la inversión que se realiza; ante ello, propuso su incorporación al Código Único en el catálogo sectorial de puestos.
Juana Jiménez Sánchez, directora regional de U-Nursing LatAm para México, Centro América y el Caribe, indicó que durante la pandemia las enfermeras han sido personajes comprometidos con el paciente, independientemente del riesgo, por lo que se requiere de un reconocimiento salarial. Solicitó triplicar el recurso para el Programa de Promoción por Profesionalización y aplicarlo en todas las instituciones del Sistema Nacional de Salud.
Erick Landeros Olvera, representante del grupo de investigación «Continuidad del Cuidado» de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, puntualizó que se requiere un presupuesto que ayude a acortar la brecha entre la teoría y la práctica y que considere la formación de recursos humanos con énfasis en la prevención más que en curación, forme especialistas para el primer nivel de atención y apoye a la investigación.