Por Alberto Woolrich
Coneme / Alejandro Gertz Manero y su muy peculiar Fiscalía General de la República se quedó a medio camino en ésta Cuarta Transformación de la Nación. No se atrevió a proveer justicia como México merece. La Representación Social Federal actúa reiteradamente pretendiéndonos convencer que el derecho constitucional a la libertad, es algo inherente a la dignidad de la delincuencia, la que merece por igual un trato preferencial.
Hacía mucho, pero mucho tiempo que no me indignaba por un actuar tan vergonzoso. Con sus actuaciones, omisiones y aberraciones ahora todos le conocen, nadie en ésta Cuarta Transformación de la República podrá desmentirme o contradecirme. Sus actos han atormentado a la justicia y a más de una consciencia.
Resumiendo, el Fiscal de la República no conoce el derecho penal. Ignora las tempestades que ha causado, la Academia de Derecho Penal le atribuye el mérito de ser ignorante y él no enmienda su error. Todo acto de justicia, de impudicia, de arbitrariedad, de ignorancia, de corrupción conlleva al final a fracasar.
Ciertas circunstancias de su polémica personalidad, a las que hoy no voy a referirme, hicieron que en justicia fracasara y traicionara la confianza que el pueblo y la Cámara de Senadores le confirió.
A partir de ya, comenzó para él y su Fiscalía el calvario que va a padecer hasta su encierro.
El clamor de su actuar de ignominia se ha expandido por todos los confines internacionales. Sabemos de la cantidad de reproches y repruebas que han caído sobre su incorrecto actuar, todo un caudal de acusaciones, imputaciones, señalamientos y censuras imperdonables lo van a conducir a prisión.
Esa es la verdad desnuda y escalofriante, aprobada por toda la Nación, verdad que ahora resplandece tan pronto como se supo. Sus razones y actuares de justicia e impudicia han provocado un retraso de la justicia.
La verdad está a trote y ni Andrés Manuel López Obrador la contendrá.
Vaya espectacular circo del estado de derecho que montó por su ignorancia y mala fe. En verdad sus especialidades han sido inauditas, indignas. Con excepción de la narcopolítica jamás se habían observado mayores bajezas.
Alejandro Gertz Manero es el culpable de tanta inmundicia e impudicia en la justicia, nos hizo retroceder décadas. En sus manos tuvo muchas carpetas de investigación y conforme a derecho ninguna fue satisfactoriamente resuelta. Y hasta el día de hoy, pese a las objeciones de la Abogacía Independiente de la República, se obstinó en su inercia de no indagar lo que conforme a derecho procede. La corriente de excremento se desbordó y solo él es el responsable.
Sus días de confusión moral y jurídica en la fiscalía, han causado una indignación en la consciencia nacional y ello se lo han hecho saber por todos los medios a ese malhechor del derecho.
Andrés Manuel: Tu Fiscal favorito ha manchado a la justicia con la más vergonzosa de las imperfecciones: Su corrupción e ignorancia para procurar justicia ha sido desastrosa para México y consecuentemente para la Cuarta Transformación de la República. Ahora sí ya debes de actuar.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho
Penal del Colegio de Abogados de México.