Por Miguel Ángel Casique
-Antorcha ha planteado desde hace años, que el principal mal del país es la pobreza, urge atacarla desde sus raíces.
Coneme / Ciudad de México.- El aumento en los niveles de violencia e inseguridad en México tiene su origen en la equivocada “estrategia” del presidente Andrés Manuel López Obrador, resumida en los “abrazos y no balazos”, advirtió el secretario general del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán.
“Y no hay duda: la culpa es de esa ingenuidad sin nombre que es la política de abrazos no balazos, que ha resultado una especie eficaz de fertilizante que hace que el crimen florezca y prospere también como nunca antes. Hay que frenar esto; hay que poner fin al inaceptable abuso de la “justicia 4ª T”, que persigue con saña inaudita a enemigos y disidentes mientras al crimen solo le prodiga elogios y paternales consejos, llamados a “portarse bien”, pero sin tocarle un pelo”, puntualizó.
En su video mensaje semanal, el líder social agregó que el antorchismo coincidió en su momento con el planteamiento del presidente López Obrador, en el sentido de que veía que uno de los principales problemas del país es la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, la forma en la que el presidente pretende atenderla es incorrecta, y prueba de ello, es el aumento de los niveles de pobreza, y de paso, la violencia e inseguridad.
Córdova Morán afirmó que “los antorchistas coincidimos con ese planteamiento, -acerca de la pobreza y mala distribución de la riqueza en México-, porque era y es el mismo que nosotros hemos venido sosteniendo desde nuestro origen como organización popular; pero nunca creímos que el maniqueísmo de López Obrador lo llevaría a colocarse, de lleno y sin matices, en el extremo opuesto. Los gobiernos neoliberales decían: cero política social, 100 por ciento de persecución y represión; López Obrador dice ahora: cero persecución y castigo para los criminales”, explicó.
Y es que, de acuerdo a información recabada por algunos de los principales diarios, México es de los más violentos. El Economista, en una publicación citó el Índice Global de Crimen Organizado 2021, de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, en el que México suma “una puntuación de 8 y 7.5 en indicador de mercado criminal y criminalidad en general, por lo que dichas puntuaciones colocan a nuestro país en el primer sitio de 193 naciones en donde se cometen graves delitos como trata y tráfico de personas, tráfico de armas, de flora y fauna, así como un país con gran comercio de drogas que van desde la heroína hasta cannabis (marihuana)”.
Asimismo, en La Prensa del pasado 4 de octubre señala “Supera gobierno de AMLO al de Peña Nieto y Calderón en número de muertes violentas”. Y sigue: “Los homicidios dolosos en México siguen en aumento y la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador no ha dado los resultados esperados, debido a que durante la administración de Morena al frente del gobierno federal, en sus primeros tres años se incrementaron los homicidios dolosos en un 30% frente al de Enrique Peña Nieto y 68% frente al de Felipe Calderón”.
A decir el líder social, “la vida, la realidad misma ya hablaron, ya resolvieron la disputa teórica: el error de López Obrador es peor que el de sus antecesores en el poder; hoy el país sufre más miedo y violencia, y se desangra brutalmente, como nunca antes en la época neoliberal”.
En este contexto, recordó que existe una contradicción muy grande y de gran importancia para todos los mexicanos, acerca de dos visiones que circulan sobre la situación actual del país: por un lado, está la versión oficial que traza el presidente López Obrador desde sus conferencias mañaneras, una versión que pinta un país exitoso que hoy está mejor que nunca gracias a su Cuarta Transformación. “La gente está feliz, feliz, feliz dice el presidente. Por el otro lado, está el panorama que trazan economistas, sociólogos, politólogos, expertos en geopolítica y organizaciones nacionales e internacionales que se apoyan en datos y cifras surgidos de investigaciones propias o de otros especialistas. Este panorama es no solo distinto, sino diametralmente opuesto a la versión oficial. ¿A quién debemos creerle?”, cuestionó.
Invitó a los mexicanos a no limitarse a tomar partido por una u otra de las versiones enfrentadas. Para esto hace falta buscar información útil sobre los distintos problemas nacionales, algunos de los cuales están a la vista; leer con cuidado las opiniones de los especialistas que se publican en los medios más profesionales, y compulsar todo esto con la propia experiencia personal, “si no queremos ser fácil objeto de manipulación de opiniones ajenas”.
Frente a tal situación, Córdova Morán hizo un llamado a los mexicanos a “¡despertar ya! Convencernos de una vez por todas que la política de López Obrador no es lo que el país necesita. Tenemos que resolvernos a librar una lucha firme, inquebrantable e incorruptible; una lucha de metas y principios que no se vendan a cambio de dádivas; legal, democrática, constitucional, pero lucha verdadera, al fin y al cabo, si queremos hallar y aplicar el remedio verdadero que nuestros males requieren”.