Por Emilio Durán
Coneme / El programa se prevé realizarlo, en una primera etapa, en 540 hectáreas en comunidades de los estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas, así como la Comarca Lagunera, con el propósito de analizar su adaptación y dar seguimiento al desarrollo del cultivo.
Esta iniciativa está determinada en las regiones que registran sequías, bajas temperaturas y en donde las poblaciones tienen rezago económico, nutricional y de salud, por lo que la disponibilidad de proteína animal impactará de manera positiva y rápida. Con el objetivo de disminuir el impacto de la sequía en el norte del país, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través de la Comisión Nacional de las Zonas Áridas (Conaza) y el Colegio de Postgraduados (Colpos), puso en marcha el programa de Establecimiento de pasto Banderita Boutelova curtipendula en zonas áridas y semiáridas de México.
La meta es incrementar la cantidad de forraje en esta región, toda vez que el pasto Banderita es de alta calidad nutricional y muy adaptable en pastizales para ganado de todas las especies, incluso para las aves y la fauna silvestre en general. Esta planta cuenta con la característica de que es tolerante a la sequía y crece rápidamente aun cuando su sitio está dañado por sequía o pastoreo. El programa se prevé realizarlo, en una primera etapa, en 540 hectáreas en comunidades de los estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas, así como la Comarca Lagunera, con el propósito de analizar su adaptación y dar seguimiento al desarrollo del cultivo.
Esta iniciativa está determinada en las regiones que registran sequías, bajas temperaturas y en donde las poblaciones tienen rezago económico, nutricional y de salud, por lo que la disponibilidad de proteína animal impactará de manera positiva y rápida. Con el establecimiento de pastizales de esta variedad será mayor la captura de CO2 y la generación de riqueza renovable como es flora, carne, leche y fauna, así como la conservación de suelo y agua.
Adicionalmente, con estas acciones se atiende el impacto por erosión, cambio climático, desertificación, baja productividad primaria y reducción drástica de los pastizales, así también se considera la formación de jóvenes en el sector productivo con el fin de disminuir la pobreza económica y ecológica. Cabe destacar que los pastos son uno de los frentes para recuperar la cobertura del suelo y la funcionalidad ecológica del pastizal árido y semiárido, ya que retienen y mantienen suelo. Por la estructura del pasto se aprovechan también humedades ambientales en forma de neblina y precipitaciones menores de cinco milímetros, condiciones características en las zonas áridas y semiáridas.