Por Elizabeth Vaca
● Este tipo de carne se debe cocer adecuadamente antes de ingerirse y cuando se compre, se deben vigilar hábitos del lugar de venta.
● La prevención es la principal arma; se debe realizar la desparasitación por lo menos cada seis meses.
Coneme / Las parasitosis por teniasis y cisticercosis han disminuido notoriamente en nuestro país, pero siguen estando presentes en la población mexicana, por lo que aplicar medidas preventivas es la piedra angular para evitarlas. La cisticercosis se propaga por el contacto con heces humanas infectadas con tenias (larvas). El agua contaminada, los alimentos contaminados y las manos sucias, también son fuentes de contagio. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha contribuido con educación a la población de todo el país, incluyendo las áreas rurales, y desparasita de forma periódica a la población, comentó el doctor Jesús Ordóñez Espinoza de los Monteros, Coordinador Auxiliar de Salud Pública en IMSS Estado de México Oriente.
Añadió que dentro de las parasitosis intestinales se encuentra la teniasis, que se adquiere por comer carne de cerdo con cisticercos, por lo que este alimento se debe cocer adecuadamente antes de ingerirse. Explicó que la cisticercosis la adquiere el cerdo por comer materia fecal de una persona con teniasis, ya que los huevecillos de ésta se eliminan en las heces de las personas con este padecimiento. El ser humano, dijo, también puede adquirir cisticercosis al ingerir alimentos contaminados de materia fecal que contengan huevecillos de taenia solium, de ahí la necesidad de garantizar el máximo cuidado e higiene en la preparación de lo que se consume.
Una vez que la larva entra en el cuerpo humano, invade la pared del intestino delgado, alcanza la sangre y se enquista en la musculatura, el sistema nervioso central, el ojo, el corazón u otros tejidos en donde se desarrolla el cisticerco. Detalló que dependiendo del sitio donde se aloje el parásito se originarán las manifestaciones clínicas, tales como dolor de cabeza que no cede, crisis convulsivas (epilepsia) de inicio tardío, hipertensión endocraneana, inflamación cerebral, desprendimiento de retina, ceguera, hidrocefalia, todas enfermedades graves. Estos síntomas pueden aparecer en pocos meses, años o no aparecer nunca y esto dependerá de la cantidad de huevecillos consumidos, el lugar en el que se alojaron los cisticercos y el estado evolutivo de los quistes. Informó que la neurocisticercosis es la causa prevenible de epilepsia más frecuente en el mundo, y se calcula que produce el 30% de los casos en los países donde esta parasitosis es endémica. El especialista indicó que de presentarse algunos de estos síntomas, se debe acudir a la Unidad de Medicina Familiar para someterse a estudios específicos e iniciar un tratamiento de inmediato. Reiteró que la prevención es la principal arma para evitar padecimientos y que en casos como estos se debe realizar la desparasitación por lo menos cada seis meses en el núcleo familiar.