Por Emilio Durán
-Al reconocer a becarios del Seminario Indicaciones Geográficas –que refieren el lugar o región del que procede un producto o un proceso de elaboración y que cuenta con propiedad colectiva—, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, señaló que éstas representan una oportunidad para que los productores de pequeña escala del país incursionen en prácticas comerciales de mayor relevancia.
-Bajo este esquema de formación para la construcción de una indicación geográfica, recibieron beca del gobierno francés siete mexicanos de la Universidad Veracruzana, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), del Colegio de Postgraduados, del Sistema Producto Vainilla, del Instituto Tecnológico de Tlajomulco, del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Coneme / Los gobiernos de México y Francia impulsan la formación de productores y profesionales del sector primario en el Sistema de Indicaciones Geográficas, el cual permite la protección de la diversidad de los sistemas agroalimentarios con su reconocimiento, acompañamiento técnico y desarrollo productivo. Las indicaciones geográficas representan una oportunidad para que los productores de pequeña escala del país incursionen en prácticas comerciales de mayor relevancia e incluso exporten a mercados como la Unión Europea, aseguró el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Al participar en el evento virtual de reconocimiento a becarios del Seminario Indicaciones Geográficas, el funcionario federal explicó que las indicaciones geográficas son un activo intangible que agrega valor a los productos agroalimentarios, al reconocer como signos distintivos la región que los produce. Así, tenemos la vainilla de Papantla, el chocolate de Oaxaca o el café de Chiapas, entre otros, que son potencializados con el seminario impartido por el Centro de Investigación Agrícola Internacional para el Desarrollo Sostenible (CIRAD), resaltó.
“Su propiedad es colectiva, anclada firmemente en el origen geográfico a que se refieren. Esta referencia al origen geográfico —con mayor frecuencia en los productos agrícolas— en combinación con el uso de métodos tradicionales de extracción y procesamiento, ofrece interesantes posibilidades de comercialización en lo que se refiere al desarrollo de la imagen de marca de un producto”, apuntó. Ante los embajadores de Francia y de la Unión Europea en México, Jean-Pierre Asvazadourian y Gautier Mignot, respectivamente, el titular de Agricultura expresó que las indicaciones geográficas abren oportunidades al turismo rural, dan valor agregado a los productos y generan oferta de otros bienes y servicios complementarios en las regiones a las que pertenecen.
Villalobos Arámbula señaló que esta administración tiene como premisa brindar a los productores de pequeña escala las herramientas y bienes públicos necesarios para integrarse a las cadenas productivas y alcanzar un desarrollo económico y social. Bajo este esquema de formación para la construcción de una indicación geográfica, recibieron beca del gobierno francés siete mexicanos de la Universidad Veracruzana, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), del Colegio de Postgraduados, del Sistema Producto Vainilla, del Instituto Tecnológico de Tlajomulco, del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). El embajador Asvazadourian reconoció la amistad y colaboración entre Francia y México, que se concreta en acciones específicas, cooperación técnica, capacitación, intercambio de tecnología y relaciones comerciales que permiten contar con productos agroalimentarios franceses y mexicanos en los hogares de los consumidores de ambos países.
Indicó que el Gobierno de Francia otorgó becas a países de Latinoamérica y, en México, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural participó con la selección de candidatos que tomaron el Seminario de Indicaciones Geográficas. La nación europea tiene una larga historia de éxitos productivos, con el empoderamiento de productores agropecuarios regionales de pequeña escala, refirió. Destacó que en Francia hay un registro de alrededor de mil indicaciones geográficas, con esquemas que vinculan al producto con su lugar de origen e inciden en el impulso de las cadenas de valor agregado, donde la identidad geográfica es tan diversa como su aportación en productos de calidad y promoción cultural.
El embajador Mignot, titular de la Representación de la Unión Europea en México, subrayó que este esquema es un factor fundamental de la economía en la zona, con unas tres mil 665 indicaciones geográficas, donde Francia e Italia encabezan la lista, que en total generan alrededor de 40 mil millones de euros en valor productivo y comercial, al representar productos agrícolas y pecuarios de calidad. La directora divisional de Relaciones Internacionales del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), Diana Heredia García, reconoció a los organizadores por trasmitir conocimientos que son motor del desarrollo de las comunidades rurales, con la promoción de los productos originarios. Los investigadores Rebeca Menchaca (Universidad Veracruzana), Carlos Avendaño (INIFAP), Juan Florencio Gómez Leyva (Instituto Tecnológico de Tlajomulco) e Higinio López Sánchez (Colpos Campus Puebla) destacaron su formación para el desarrollo de indicaciones geográficas en productos como orquídea, flores ornamentales, vainilla, cacao, chocolate, mezcal y especies de chile, como áreas de oportunidad para el sector agrícola nacional. Además, la productora Adriana Aparicio Gaya (Sistema Producto Vainilla) y los especialistas Javier Orlando Mijangos Cortés (CICY) y Delfino Reyes López (BUAP) externaron la importancia de las indicaciones geográficas en productos como la vainilla y maíces nativos, en beneficio de agricultores de comunidades indígenas.