Por Mario Iván B. Ruiz
-La investigadora del IPN, Ma. Isabel Salazar Sánchez señaló que, aunque cada organismo responde de forma distinta a las vacunas, es un hecho que éstas tienen más beneficios que riesgos sobre la salud
-Al respecto, la Secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, ha mencionado que el proceso de vacunación implica un trabajo colaborativo y un esfuerzo interinstitucional
-En tanto, el Director General del Politécnico, Arturo Reyes Sandoval subrayó que el beneficio de la vacunación contra el COVID-19 es evidente y la magnitud de su impacto social y sanitario
Coneme / Luego de señalar que el virus SARS-CoV-2 evoluciona en la medida que ocurren un mayor número de infecciones, la científica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Ma. Isabel Salazar Sánchez, subrayó que la confianza en las vacunas y la aplicación permanente de las medidas sanitarias son las mejores defensas para frenar los contagios y limitar el territorio evolutivo del coronavirus. En ese contexto, la Secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez ha mencionado que el proceso de vacunación implica un trabajo colaborativo y un esfuerzo interinstitucional.
A su vez, el Director General del Politécnico, Arturo Reyes Sandoval, subrayó que el beneficio de la vacunación contra el COVID-19 es evidente y la magnitud de su impacto social y sanitario, ya que además se asiste a la pronta y segura reanudación de las actividades del sector educativo y productivo.
En cuanto a la probabilidad de que disminuya la efectividad de las vacunas ante las nuevas variantes del SARS-CoV-2, coronavirus, la Jefa del Laboratorio de Virología e Inmunovirología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), mencionó que es complicado predecir el efecto de éstas en las variantes, “es importante monitorear cómo va cambiando el virus y su comportamiento en los vacunados, cada organismo reacciona en forma distinta, pero lo que sí es un hecho es que las vacunas tienen más beneficios que riesgos sobre la salud”, recalcó.
La especialista adscrita al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel I indicó que no se descarta la posibilidad de que algunas inmunizaciones pudieran resultar en respuestas menos neutralizantes que otras, pero eso se verá sobre la marcha y, si es el caso, en su momento se tendrán que actualizar, como la vacuna contra la influenza, ya que el virus que la causa es muy cambiante y es necesario modificarla cada año. La doctora Salazar Sánchez recordó que aun cuando tengamos el esquema completo de las vacunas nos podemos infectar; la protección, dijo, se relaciona con no desarrollar COVID-19 grave o presentar complicaciones, quizá una persona vacunada sea asintomática, pero puede transmitir el virus a otros individuos.
“El SARS-CoV-2 se ha adaptado para ser más transmisible por la vía respiratoria; la sintomatología ha ido cambiando y puede ser que no se identifique la infección como hace un año, por lo que, además de las vacunas, las medidas higiénicas y el distanciamiento social se deben mantener para reducir los riesgos de contagio”, advirtió. Enfatizó que a nivel poblacional las vacunas tienen un importante impacto para lograr la inmunidad de “rebaño” y, en la medida en que avance el proceso de vacunación y se hagan parte de la cultura de prevención las medidas sanitarias, se fortalecerá la barrera de protección. “Debemos tener empatía por los demás, las medidas sanitarias llegaron para quedarse un buen rato, aplicarlas no es una mala manera de vivir, es una manera inteligente de seguir viviendo”, puntualizó.