Por Crispin Barrera Ponce
Durante la pandemia por COVID-19 se registró una recuperación de los ecosistemas marinos a nivel mundial, por la disminución de la actividad turística y la explotación pesquera
El científico del IPN, Jonathan Muthuswamy Ponniah, sostuvo que en estos tiempos de pandemia se han apreciado a delfines y ballenas cerca de bahías y playas.
Los océanos absorben cerca del 30 por ciento del dióxido de carbono producido por el ser humano; necesario proteger a los manglares, porque en ellos se reproducen buena parte de las especies de peces.
Durante la pandemia por COVID-19 disminuyó la actividad turística y la explotación pesquera a nivel mundial, lo cual contribuyó a la recuperación de los ecosistemas marinos, sin embargo el plástico representa un grave problema de contaminación para los mares, toda vez que anualmente reciben entre 6.4 y 6.8 millones de toneladas, de acuerdo con estudios de la comunidad científica internacional, afirmó el especialista del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Jonathan Muthuswamy Ponniah, en el marco del Día Mundial de los Océanos.
El Profesor e Investigador del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CIIEMAD) subrayó que una gran cantidad de peces y organismos marinos eran afectados por las actividades humanas, pero en estos tiempos de pandemia por COVID-19, ya se pueden apreciar delfines y ballenas cerca de las bahías o playas, lo que demuestra que hay una recuperación de los ecosistemas marinos.
Manifestó que los océanos producen cerca del 50 por ciento del oxígeno en el planeta, de ahí la importancia de protegerlos para dar viabilidad a la vida humana. “También es muy importante preservar los manglares, los cuales se localizan en las zonas costeras, porque en estos lugares se produce más oxígeno y se contribuye en la reproducción de las diferentes especies de peces. En diversos países se hacen esfuerzos por cuidar a los manglares en tiempos de huracanes y ante la presencia de tsunamis”.
Jonathan Muthuswamy comentó que los océanos absorben cerca del 30 por ciento de dióxido de carbono producido por las actividades humanas, por lo tanto, estos cuerpos de agua son los grandes filtros del planeta que ayudan a purificar el aire. “En los polos norte y sur, los océanos absorben más del 30 por ciento de dióxido de carbono, pero en zonas costeras donde hay ciudades se puede llegar a 18 o 20 por ciento”.
Enfatizó que, así como durante la pandemia por COVID-19 se utilizó la tecnología para mantenerse en comunicación los seres humanos, también se debe buscar la tecnología para descontaminar nuestros océanos, de los cuales dependen millones de personas en el mundo y son clave en la economía de las naciones. “No podemos regresar a la actividad en los mares, sin pensar en reducir los niveles de contaminación”.
Finalmente, el especialista del IPN explicó que tanto en el CIIEMAD como en el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR), cuentan con programas de maestría y doctorado en estudios ambientales, donde se desarrollan investigaciones científicas para afrontar el desafío que representa la contaminación de los océanos.