Por René Valadez
•Explican que la población de mujeres se ve directamente afectada ante la exposición de configuraciones y estándares de la belleza complejos.
•Plantean una desmitificación de las relaciones con la vejez para redescubrir el tema desde lo positivo.
Coneme / Toluca, EdoMéx-. Los adultos mayores corresponden al 11 por ciento de la población y más de la mitad de esa cifra se compone de mujeres mexiquenses, por lo que, a través de la Secretaría de la Mujer, se hizo la presentación del libro “El rostro del tiempo, la vejez en el Estado de México”, para visibilizar los significados positivos de la etapa. Por medio del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal (CEAPE), se realizó la publicación del escrito, como parte de los trabajos realizados en el marco del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez.
La autora, Patricia Romero Arce, invitó a las y los mexiquenses a repensar los discursos negativos que rodean el tema y dotarlo de una perspectiva de sabiduría y dignidad. “La publicación, acompañada de múltiples fotografías, muestra la forma en la que el tiempo se va impregnando en el rostro y plantea una transición de perspectivas antiguas, como la vulnerabilidad, la pérdida y el deterioro”, explicó Romero Arce.
La autora invitó a tomar consciencia de las construcciones sociales para generar un cambio en el cómo se relaciona la sociedad con el tema, además, mencionó que las mujeres son afectadas en diversas escalas, pues están expuestas a configuraciones de estándares de belleza complejos y diversas condiciones que las ponen en situación de desigualdad.
Agregó que retomó una sabiduría oriental basada en el “wabi sabi”, que trabaja con la estética de la belleza imperfecta, la cual permite reconocer otros tipos de belleza en la realidad de los rostros, cuerpos y saberes. Y de esta forma, la vejez se concibe como un proceso sincero, justo y legítimo.
Finalmente, exhortó a mirar sin prejuicios, etiquetas y sin prisa a las y los adultos mayores, para generar una cultura de paz y un acompañamiento en la vejez, debido a que el 98.2 por ciento de estos adultos viven solos y estas actividades afianzan los lazos de cuidado, tolerancia y respeto, así como una política de no discriminación.