Por Odilón García
*Inminente suspensión del agua en Baja Mar mientras que Vicenta Espinoza iniciará las medidas legales a fin de que se pague por el quebranto causado a los bajacalifornianos a través de la evasión del pago por el consumo del vital líquido.
Coneme / La investigación de campo y documental terminó y reveló que el Club de Gof, Hotel y fraccionamiento de casas frente Baja Mar desde el 2013 dejó pagó una mínima parte de su consumo de agua, se conectó de manera clandestina mediante otra toma del vital líquido y jamás pagó por conexión al sistema de la CESPT. Por tanto, ahora adeuda al estado de Baja California más de 535 millones de pesos.
La administración del gobierno del Ingeniero Jaime Bonilla Valdez detectó desde el inicio de su administración contubernios entre autoridades de la CESPT y grandes empresarios por lo que emprendió una investigación en todo el estado para descubrir tanto aquellos que robaron agua engañando como a los que recibieron “favores” de la propia autoridad para causar un quebranto a las arcas del estado. Bonilla encontró un desfalco por mil 300 millones de pesos, facturas falsas y anomalías como esta, encubiertas por ex funcionarios y trabajadores de la CESPT que recibían instrucciones de sus altos mandos.
El Dictamen.
La empresa externa Fisamex encargada de las auditorías a la Comisión Estatal de Servicios Públicos en el estado, CESP invirtió ocho meses para realizar el dictamen de las anomalías. Esta mañana la auditora expuso las razones técnicas, legales y contables ante la Contadora y Abogada, Vicenta Espinoza, Secretaria de Honestidad y Función Pública.
Todo comenzó en el 2013 cuando el también denominado Baja Mar Resort, integrada por otras tres empresas, comenzó a obtener recibos de agua por 5 metros cúbicos por segundo cuando al inicio de sus operaciones reportaba consumos de hasta 80 mil. Esto llamó la atención de la empresa auditora que de inmediato inició trabajos para verificar esta irregularidad.
Encontró que había toda una trama de irregularidades que incluyen la firma de un convenio donde se afirma que la empresa recibiría 50 metros cúbicos por segundo (pero colocó un tubo para 150 m3/s). Igualmente el acuerdo para la construcción de un acueducto “Misión-Baja Mar” por 5 millones de pesos construido por el desarrollador pero que ilícitamente se le cobró a la CESPT aún siendo para el uso de este particular y lo peor de todo la CESPT aceptó, o mejor dicho, los directivos de aquel entonces.
Pero los derechos de conexión, oficialmente no están pagados, pues no existen registros contables en la paraestatal donde se indique que pagaron un monto de 70 millones 364 mil 783 pesos. En los archivos de la CESP este dinero no figura, por tanto, no se pagó.
Por otro lado, bajo el historial de consumo, que a principios del resort contabilizaban desde 16 mil metros cúbicos por segundo de agua hasta 81 mil lo que da la base para saber que es técnicamente posible que este usuario de pronto bajó su consumo a solo 5 metros cúbicos por segundo y por tanto el estimado que adeuda por agua no contabilizada son 360 millones 929 mil 520 pesos.
La indagatorias de Fisamex descubrieron además que el destino turístico utilizaba agua mediante una toma clandestina cuyo medidor no aparece en inventario de la Comisión del Agua, por tanto la estimación técnica de los consumos en esta otra toma arrojaron un monto de 103 millones 829 mil 040 pesos, esto de acuerdo con el promedio de agua que pasa por este medidor, no registrado y por tanto, consumo jamás cobrado.
Finalmente, se descubrió que esta empresa igualmente fue favorecida ilegalmente al compensarle 5 millones de pesos en obra que hizo para conectarse a la red de agua potable, situación totalmente irregular.
Por tanto, el gran total de deuda es de 535 millones 123 mil 343 millones de pesos lo que implica desconexión inminente de la red de agua potable a fin de forzar el pago del recurso no contabilizado al menos desde el año 2013. La titular de Honestidad y Función Pública, Vicenta Espinoza iniciará las indagatorias colaterales en tanto se espera que la persona moral pague por el quebranto causado al erario público a través de la evasión del pago por el consumo del vital líquido.
Cabe hacer mención que esta zona es característica de falta de agua y por si fuera poco, la población de Ensenada se quedó sin agua muchas veces, luego de que no llegara suficiente volumen en el caudal ante el uso indiscriminado del elemento no renovable.