Por Mario Díaz
-“Moches” y “apoyos” siempre han existido
-Prácticas comunes en los tres niveles de gobierno
-Bandera anticorrupción se contamina con venganza
En la actual guerra de videos delatores de presuntos actos de corrupción no se está
descubriendo el hilo negro ni el agua tibia; sin que ello represente una justificación para
ese tipo de actos deshonestos desde cualquier perspectiva.
Los “moches”, la extorsión, el diezmo, los “apoyos” son prácticas comunes en los tres
niveles de gobierno, independientemente del origen partidista o corriente ideológica.
Obviamente, el hecho de que sean prácticas comunes no quiere decir que los actores
protagónicos sean emisores o receptores de la “caridad”.
Las videograbaciones de los últimos días, sin ánimo de comparaciones odiosas, tienen un
común denominador: el intercambio de dinero a cambio de un fin determinado.
En el primer video difundido se observa a un presunto empleado de PEMEX entregando 2
millones 400 mil pesos a dos funcionarios del Senado de la República en la pasada
legislatura, asistentes respectivos de los senadores panistas JORGE LUIS LAVALLE y
FRANCISCO DOMÍNGUEZ, a cambio de “favores legislativos”.
El segundo documento de dos videograbaciones deja en evidencia a PÍO LORENZO LÓPEZ
OBRADOR, hermano del Presidente, y al ex director nacional de Protección Civil, DAVID
LEÓN ROMERO. El primero recibiendo 400 mil pesos en una primera entrega y un millón
de pesos posteriormente, de parte del segundo, para “apoyo del movimiento”.
En la guerra de videos el presidente LÓPEZ OBRADOR enarbola la bandera anticorrupción
y por medio de EMILIO LOZOYA AUSTIN exhibe a los presidentes de los dos sexenios
anteriores a la Cuarta Transformación: al panista FELIPE CALDERÓN HINOJOSA y al priísta
ENRIQUE PEÑA NIETO.
En sentido contrario, el material que muestra a PÍO LORENZO y DAVID interactuando en
una “relación económica de apoyo a la causa morenista”, pretende “devolver la copa” a la
4T, asociando la acción con un acto de presunta corrupción o, al menos, deshonesto.
Al margen de lo que determine en ambos casos la autoridad judicial competente-Fiscalía
General de la República o Instituto Nacional Electoral-, lo cierto es que,
desafortunadamente, la política a la mexicana es considerada como una atractiva y
suculenta fuente de ingresos.
En los municipios es una práctica común que los regidores aprovechen su cargo y vendan
su voto en algunas decisiones colegiadas, como la autorización de un nuevo
fraccionamiento o licitación de obras, por ejemplo. No es descubrir el hilo negro ni el agua
tibia que esos representantes populares “vendan caro su amor” y se sumen a la iniciativa
del alcalde en turno.
Los gobiernos estatales tratan a toda costa de mantener el control del Congreso Local
“untando la mano” de los diputados locales para aprobar tal o cual iniciativa del Ejecutivo.
La solicitud de millonarios préstamos bancarios, por ejemplo, requiere de la aprobación
mayoritaria de los legisladores.
Lo mismo sucede en el gobierno federal, instancia en que el control parlamentario es
indispensable para apuntalar los programas de trabajo del presidente del sexenio. De tal
forma que tanto diputados como senadores emiten su voto electrónico a favor o en
contra de acuerdo al trato, favor o servicio solicitado.
En ese contexto, Odebrecht pagó millonario soborno para la asignación de obras; el
gobierno peñanietista compró votos legislativos para la aprobación de la reforma
energética; Altos Hornos de México S.A. logró vender a Pemex, con alto margen de
ganancia, la empresa chatarra Agronitrogenados; y la causa morenista rumbo a la elección
presidencial de 2018 recibió “apoyo económico” por un millón 400 mil pesos (de acuerdo
al video difundido) de parte de empresarios liderados por el comunicólogo DAVID LEÓN
ROMERO, ex director de Protección Civil y quien se encargaría de la empresa de Estado
para la distribución de medicinas, vacunas y equipo médico de la Cuarta Transformación.
Como podría ser evidente, cada “moche”, “apoyo”, diezmo o extorsión tiene un fin
determinado, a lo que la vox populi agregaría que “el interés tiene pies”.
Ahora que, como dice el dicho y dice bien, no hagas cosas buenas que parezcan malas ni
malas que parezcan buenas.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Por lo que resta del mes y hasta el lunes 7 de septiembre varios actores políticos estarán
fuera de la crítica editorial del periodista capitalino SALVADOR GARCÍA SOTO, autor de la
leída columna Serpientes y Escaleras. Entre otros, el gobernador tamaulipeco FRANCISCO
GARCÍA CABEZA DE VACA se verá beneficiado con el período vacacional del comunicador,
quien, por ende, “guardará los dados”.
II.-No estaría de más que el gobierno del Estado o la gerencia de la Junta de Aguas y
Drenaje de la ciudad de Matamoros dotara de chalecos distintivos al personal de apoyo en
la contingencia sanitaria, asignado a los puentes internacionales.
¿Y tú quién eres? Es la pregunta más socorrida que enfrentan los empleados de distintas
dependencias del gobierno estatal.
III.-Comunicadores Unidos A.C. de Tamaulipas lamenta el sensible fallecimiento del
periodista radiofónico HEBERTO CASTILLO HERNÁNDEZ, Premio Nacional de Locución y
galardonado por el Club Primera Plana, deseando a familiares y amigos una pronta
resignación.
Y hasta la próxima.
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