-Exhibidos Ejército y Estado mexicanos
-Presunción de inocencia o beneficio de la duda
-Programa de testigos protegidos, posible salida

EL arresto del exsecretario de la Defensa Nacional, SALVADOR CIENFUEGOS ZEPEDA,
reconózcase o no, es un hecho que exhibe no tan solo a la institución armada sino al
propio Estado mexicano.
En efecto, no se trata de la captura de un narcotraficante más como resultado de la
indagatoria de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA). Se trata de la captura
de un poderoso e influyente militar en retiro con grado de General de División Diplomado
del Estado Mayor, quien tuvo a su cargo la responsabilidad y manejo del Ejército y la
Fuerza Aérea Mexicana.
Es decir, durante el sexenio de ENRIQUE PEÑA NIETO la defensa de la soberanía nacional y
labores de combate al narcotráfico recayó en quien ahora es acusado en una Corte de los
Estados Unidos de Norteamérica de tres delitos contra la salud y uno por lavado de
dinero.
Cierto es que debe imperar la presunción de inocencia o el beneficio de la duda, pero
también es una verdad de a kilo que, generalmente, cuando un fiscal yanqui presenta su
acusación en la Corte el expediente va muy bien documentado.
En consecuencia, sin ánimo de hacer leña del árbol caído, la realidad es que la suerte está
echada para el extitular de la Sedena y militar de alto rango en retiro con dos probables
caminos a escoger: pasar el resto de su vida en prisión o convertirse en testigo protegido,
con todo y lo que ello implica a la hora de las delaciones.
Aunque es un tema que a los gringos poco les importa, no deja de ser irónico que el 20 de
septiembre de 2018 la Universidad de la Defensa de los Estados Unidos de Norteamérica
entregó la presea “William J. Perry” al general CIENFUEGOS por su “Excelencia en
Seguridad”.
No deja de llamar la atención que la fiscalía acusa al militar de delitos cometidos entre
diciembre de 2015 y febrero de 2017, lo que no explica el porqué del Reconocimiento del
Departamento de Defensa a pesar de la investigación de la DEA.
Respecto a las posibles repercusiones al interior de la Secretaría de la Defensa Nacional a
cargo del General LUIS CRESENCIO SANDOVAL en el sexenio de la Cuarta Transformación,

el tema no debe minimizarse ni pasarse por alto a pesar del voto de confianza del
presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Cuestión de analizar que el actual titular de la Sedena se desempeñó como Jefe de
Operaciones del General SALVADOR CIENFUEGOS y, por lógica, tuvo que haberse
enterado de acciones no asociadas a la lealtad militar hacia las instituciones y, por
supuesto, al Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas.
Desde otro ángulo, resulta inconcebible que, de acuerdo a las investigaciones de la DEA, el
general CIENFUEGOS haya pactado y aceptado sobornos de un grupo criminal sin que sus
subalternos a cargo de las operaciones se hayan enterado.
Asimismo, no es comprensible que el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, quien se supone
era la persona más informada en el anterior sexenio, no se haya enterado de la mala
actuación de su secretario de Defensa. Hipotéticamente, la complicidad o la omisión
envuelven al ex jefe de la Nación.
Por otra parte, mientras se decide la suerte del general CIENFUEGOS, el Buró Federal de
Investigaciones (FBI) y la Agencia Antidrogas (DEA) se vanaglorian de sus recientes éxitos
que los mantienen en empate: el FBI con la captura de GENARO GARCÍA LUNA,
exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de FELIPE CALDERÓN HINOJOSA; y la DEA
con el arresto del General SALVADOR CIENFUEGOS ZEPEDA, exsecretario de Defensa
Nacional durante el régimen de ENRIQUE PEÑA NIETO.
DESDE EL BALCÓN
I.-En sencilla pero significativa ceremonia, Comunicadores Unidos A.C. de Tamaulipas
entregó a nombre del Club Primera Plana de la ciudad de México Reconocimientos a la
Trayectoria Periodística por 25 años o más en quinquenios cumplidos de ejercer el
periodismo.
El licenciado JUAN CARLOS JIMÉNEZ ARIAS recibió la presea por 30 años de informar a la
sociedad. Por el mismo motivo, pero con una antigüedad de 35 años, fueron galardonados
los comunicadores JOSÉ LUIS CASTILLO, ANTONIO SÁNCHEZ RUVALCABA, JAIME REQUENA
LUGO y RAFAEL RODRÍGUEZ DUEÑEZ.
Por lo tanto: misión cumplida, presidente JOSÉ LUIS URIBE ORTEGA.
II.-Detallada y documentada es la relación de los 12 generales detenidos por diversas
causas desde 1997 a la fecha que presenta en su CANDELERO el experimentado periodista
tamaulipeco radicado en el ex DF, ABRAHAM MOHAMED ZAMILPA.
De inmediato salta a la vista “quien conoce de aguacates”.
Y hasta la próxima.
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