Por Mario Díaz

-¿Se “sacaron la espina” AMLO y Cabeza de Vaca?
-¿Le “pusieron el balón” al mandatario estatal?
-¿”Amor y paz” entre estado y federación?

DESDE cierta perspectiva, tal parece que la visita del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ
OBRADOR a Tamaulipas contribuyó a mejorar la relación intergubernamental entre
federación y estado.
Se da por descontado que en el seguro “tete a tete” entre el mandatario nacional y el
gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, ambos vaciaron sus roncos
pechos en un afán de armonizar la relación turbia derivada de conflictos partidistas.
Durante la conferencia mañanera celebrada en la petrolera ciudad Reynosa, ambos
mandatarios se “sacaron la espina”, a juzgar por sendas intervenciones públicas.
CABEZA DE VACA enfatizó a LÓPEZ OBRADOR que las persecuciones de adversarios
poderosos e influyentes quitan mucho tiempo, recordándole que hace algunos años un
presidente de la república pretendió desaforarlo para meterlo a la cárcel, a lo que el jefe
del Ejecutivo asintió con movimiento de cabeza.
Lo anterior luego de que un reportero cuestionó al mandatario estatal respecto a las
acusaciones del exdirector de PEMEX EMILIO LOZOYA en presunto soborno del entonces
senador para aprobar la reforma energética.
La respuesta contundente de GARCÍA CABEZA DE VACA, por escrito, permite suponer que
esperaba el cuestionamiento en ese sentido, lo que en el argot periodístico se conoce
como “poner el balón para mandarlo al fondo de la red”.
El gobernador tamaulipeco calificó como un “delincuente confeso” a LOZOYA AUSTIN, a
pesar de que el exfuncionario del gabinete peñanietista es un “invitado especial” del
gobierno de la Cuarta Transformación.
Sin embargo, en la misma mañanera, el presidente LÓPEZ OBRADOR despejó muchas
dudas respecto al estado financiero de las arcas cuerudas al preguntarle a FRANCISCO
JAVIER si la federación tenía algún adeudo con el estado, a lo que el gobernador respondió
con un categórico “no, señor presidente”.

Por tal motivo, desde esa óptica, se infiere que ambos mandatarios hablaron largo y
tendido para despejar dudas, malos entendidos, bravuconadas o percepciones
equivocadas para mantener un equilibrio en la relación institucional.
Las redes sociales han dado cuenta puntual de ambas posturas, magnificando lo que
consideran una respuesta contundente de CABEZA DE VACA a LÓPEZ OBRADOR, por un
lado, y el cuestionamiento de LÓPEZ OBRADOR a CABEZA DE VACA para precisar que la
federación no tiene ningún adeudo económico con el estado, por el otro.
Aparentemente, luego del “traca traca”, una lectura sería que ambos gobernantes
“sacaron sus trapitos al sol”, aunque, eso sí, sin pasar por alto que los contendientes no
son del mismo peso.
Por cierto, el huésped del Palacio Nacional aprovechó la mañanera reynosense para
recordar a algunos acelerados que no son tiempos de campaña y que por el momento
quienes pretendan un “puesto”, lo pueden solicitar en el mercado de abastos Catarino
Garza, recién inaugurado en Matamoros.
La movilización ciudadana en Matamoros durante la entrega de obras federales no pasó
desapercibida para el mandatario nacional, dejando en claro su inconformidad por estar
en plena pandemia y el riesgo para la salud en concentraciones masivas. Obviamente, con
su ojo clínico, dedujo la participación de quienes pretenden sacar tajada política en ese
tipo de actos oficiales.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Con justa razón, el celo político se hizo presente entre los regidores del actual
ayuntamiento en la tierra de Rigo Tovar. El motivo: la invitación discriminatoria al acto de
entrega de obras federales durante la visita del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ
OBRADOR.
Por alguna razón, solo la edil, madre del secretario de Bienestar Social ALBERTO
GRANADOS FAVILA, tuvo acceso al recinto instalado en el mercado inaugurado y que lleva
el nombre de CATARINO GARZA.
II.-En Tamaulipas, al margen de estadísticas sanitarias, lo único cierto es que distintos
sectores de la sociedad están hartos de lo que consideran excesos en las medidas de
confinamiento. Prestadores de servicios turísticos, comercio formal e informal, deportistas
y público en general están llegando al límite de su resistencia.
La competencia por el color del semáforo epidemiológico entre federación y estado es un
factor que incide negativamente en la economía familiar y trastorna el equilibrio
emocional de los ciudadanos, sin contar la inconformidad y estrés que provocan los filtros
sanitarios en los puentes internacionales y la lenta revisión en las garitas de entrada a los
Estados Unidos.

Tan simple como entender que el coronavirus está presente en ambos lados de la
frontera, por lo que ese tipo de restricciones realmente en poco o en nada contribuyen a
paliar la pandemia.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
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