Por Rafael Martínez Cristo

Coneme / Pobre de la gente que guarda tanto odio, tanto rencor. Que se mueve presa de esas emociones que envenenan el alma y que irremediablemente lo llevan a cometer errores, cegada por lo que le dictan las vísceras. Peleadas con la vida, sin la menor intención de hacer política ni conquistar la simpatía de la sociedad.

La diputada local Lili Campos mantiene desde hace varios meses un incontrolable resentimiento en contra de quien nunca le ha hecho nada. Y así ha ido tropezando, cometiendo error tras error, y todo por tratar de saciar su sed de venganza, de una revancha hueca que sólo consigue el desagrado, la animadversión de una sociedad que rechaza la descalificación, la injuria, la falsedad política.

Resulta que desde que fue electa como diputada, en un resultado sumamente polémico por el apoyo oficial, la panista se comprometió, juró llevar a juicio político a la alcaldesa de Solidaridad, Laura Beristain Navarrete, por el hecho de haber conquistado el triunfo electoral, por haber arrebatado el municipio en las urnas a quienes ven éste como botín.

Pero Laura Beristain lo ganó por la buena, a través del convencimiento y del trabajo diario de frente con la gente, con la misma que mantiene hoy de su lado. De ahí la rabia de sus adversarios que no logran remontar, porque además no trabajan, calumnian; no dialogan, descalifican sin sustento.

¿Por qué cargos pretende Lili Campos enjuiciar a Beristain? Ni siquiera ella lo sabe, pero aun así, esa es su promesa, su compromiso… su pleito contra la pared.

Y así ha ido dando tumbos, siempre persiguiendo, acechando a como lobo a su víctima, siempre con lupa en mano. Poco, muy poco le ha importado su función como diputada que le encomendó la ciudadanía (decíamos, en un resultado discutible), con un trabajo muy pobre en la XVI Legislatura.

Bochornoso fue el espectáculo reciente de la diputada al anunciar que (al fin) presentaría el juicio político contra Laura Beristain por haber quitado de su cargo al delegado de Puerto Aventuras, Tomás Flores.

Regodeada se le vio, porque creyó que había dado en el blanco, sin darse cuenta, seguramente, que cada palabra de decía en esa conferencia la hundía más, que en cada gesto, en cada movimiento, la legisladora hacía un ridículo más profundo.

Y es que a esta señora que dice ser diputada, pero que no legisla, que dice ser abogada, pero no sabe de leyes, quizá se le olvida uno de los principales preceptos del estado de derecho: «Nemo esse iudex in sua causa potest», es decir, nadie puede ser juez en propia causa, o en términos llanos: Nadie puede ser juez y parte.

Así es y si gusta, amable lector, puede soltar una sonora carcajada, ya que Lili Campos, la denunciante, es la presidenta de la Comisión de Justicia del Congreso, encargada esta de recibir y procesar las denuncias de juicio político, siendo que “nadie puede ser juez y parte” es un principio jurídico consagrado en el código de Justiniano que se mantiene vigente en todos los códigos y constituciones del mundo.

Empezando por ahí, Lili Campos ya está pelas como juez, como parte, como diputada y como abogada.

Pero eso no es todo. Resulta que Tomás Flores jamás fue dado de baja, sino removido del cargo, mientras se llevaba el proceso judicial en su contra por portación de armas de fuego. Además que esta medida se tomó no por decisión u orden de la presidenta municipal, sino por la Contraloría de Solidaridad, con base en el reglamento.

En fin, lo cierto es que la alcaldesa de Solidaridad ha sido centro de ataques desde el día que obtuvo el triunfo, desde el momento en que le quitó por vía del sufragio lo que algunos sentían como propio y que hasta el día de hoy no han entendido -o no han querido entender- que las cosas ya cambiaron.

Ningún otro presidente municipal ha sido tan atacado como ella. Al término de los comicios, con el triunfo inobjetable, con las actas en la mano, desde ese momento, el PAN intentó arrebatarle por la mala lo que Beristain ganó por la buena. Ahí empezó el jaloneo que continuó con la orden de quitarle la seguridad pública desde antes de rendir protesta e incluso minutos después de tomar el poder, en una acción inédita de salvajismo político.

El mismo presidente Andrés Manuel López Obrador le ha dado un fuerte espaldarazo convencido del buen trabajo del gobierno de Laura Beristain, al señalar el pasado 1 de febrero en Playa del Carmen, “que los playenses cuentan con una excelente presidenta municipal”, y ni así han cejado los jaloneos panistas en su contra.

Hay gente evidentemente obsesionada con este municipio en particular, lo sienten propio y al parecer está dispuesta a mover cielo, tierra y mar para recuperarlo como si se tratara de un botín.

Pasan los meses y no se ha detenido, en una campaña de desprestigio contra Beristain a través de los medios afines, de aquellos que cada mes ven su depósito puntual, sin importar el papel que han jugado, quienes así operan, ahora con los esquemas anti-corrupción de AMLO.

Los medios están a su disposición, políticos también e incluso encuestadoras capaces de desvirtuar la realidad con tal de hacer creer a la gente que Solidaridad cambiará de manos.

Estamos a poco más de un mes del inicio del proceso electoral y la población cuenta con el pulso de lo hecho en este municipio. Valora sin duda el apoyo en esta contingencia. El apoyo aún mayor que el brindado por la federación y por el estado, al ser el único gobierno en otorgar medicinas, médicos y hospitales gratuitos, comida preparada en comedores públicos, despensas, cubrebocas y demás equipo, tanto en los hospitales como en la entrada y salida de Playa del Carmen.

Es el gobierno que más obra pública ha realizado.

Esto es, sin duda, lo que privilegiará la población, una sociedad inteligente que sabe bien que las cosas han cambiado y que ya no se deja llevar por la difamación, por la descalificación, por la calumnia.

Créalo, el voto de castigo ira hacia otro lado, y más si tratan de imponer a quienes operan con base en el resentimiento, con las vísceras, sin pensar en la gente.

Beristain, es víctima de una campaña de desprestigio -como lo fue AMLO- que poco daño podrá hacer, si el trabajo está a la vista, si la empatía con la gente es permanente…